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Dos ministros por cartera en el nuevo Gobierno holandés

Justicia, Educación y Sanidad tendrán dos titulares para contentar a todos los partidos de coalición

Isabel Ferrer
El primer ministro Rutte, junto a la secretaria de Asuntos Sociales y Empleo Tamara van Ark, este lunes en La Haya.
El primer ministro Rutte, junto a la secretaria de Asuntos Sociales y Empleo Tamara van Ark, este lunes en La Haya.ROBIN VAN LONKHUIJSEN (AFP)

El nuevo Gobierno de centro derecha holandés tiene 16 Ministerios y ocho secretarías de Estado y su composición muestra lo difícil que ha sido lograr un acuerdo. Justicia, Educación y Sanidad, tres carteras de peso, contarán con dos ministros de distintos partidos. Tras casi siete meses de negociaciones, esta ha sido la fórmula pactada por liberales de derecha, democristianos, liberales de izquierda y el partido protestante, Christen Unie, para formar un Ejecutivo de iguales en el que el promedio de edad es de 50 años y hay seis mujeres.

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Para un político como Mark Rutte, el liberal de derecha que repite como primer ministro, dirigir un Gabinete tan abultado es una novedad. Trabajador veloz que aboga por una resolución igualmente expedita de los problemas, ha hilado muy fino, junto con sus colegas, para darle a cada partido lo que pedía. Hay seis ministros liberales de derecha, cuatro democristianos y otros tantos liberales de izquierda, y dos de Christen Unie. La lista refleja el peso de los escaños ganados en las pasadas elecciones de marzo, 33, 19 y 19, y 5, respectivamente, pero queda la sensación de que este alarde de pragmatismo genere tensiones.

En Educación, por ejemplo, uno de sus titulares es Arie Slob, miembro de Christen Unie, que llevará educación primaria y secundaria. A la misma altura, pero salida de las filas liberales de izquierda, trabajará Ingrid van Engelshoven, a cargo de la educación superior.

En Justicia ocurre algo parecido. Sander Dekker, liberal de derecha, será el ministro dedicado a preservarla con mayúsculas, mientras que su gemelo, Ferdinand Grapperhaus, democristiano, se ocupará de la policía. El caso de Sanidad tal vez sea el más comprensible, dado el rechazo social con que fue recibido el recorte del estado de bienestar de la pasada legislatura. Ahora, el cristiano demócrata Hugo de Jonge centrará sus esfuerzos en los cuidados, es decir, las políticas destinadas a la tercera edad y la dependencia. A su lado, el liberal de derecha Bruno Bruins hará lo propio con hospitales, médicos y clínicas.

La nueva modalidad de ministros por parejas es menos llamativa en Asuntos Exteriores, porque ahí siempre se han dividido las funciones. Esta vez, el liberal de derecha Halbe Zijlstra se ocupará de la parte diplomática y de política exterior. Por su parte, Sigrid Kaag, liberal de izquierda, es la ministra de Comercio Exterior y Ayuda al desarrollo. Muy conocida fuera de Holanda por su labor como coordinadora de la misión conjunta de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y la ONU en Siria, trabaja en Naciones Unidas desde 1994. En su hoja de servicios figura también la Organización para la Migración con la que fue a Líbano, Territorios Palestinos, Jordania y la propia Siria.

La otra sorpresa del nuevo Gobierno holandés es la marcha de su hasta ahora titular de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem. Si bien continuará hasta mediados de enero como presidente del Eurogrupo, el socialdemócrata abandona la política activa. No le parece adecuado convertirse en la voz de la socialdemocracia desde la oposición, según explicó en una nota remitida a la presidencia del Parlamento, en La Haya. Le sustituye Wopke Hoekstra, de 42 años, cristianodemócrata, que ha trabajado para la petrolera Shell y la consultora internacional McKinsey. Como sucede en otras capitales europeas, la ministra de Defensa es una mujer, la democristiana Ank Bijlevend-Schouten. El propio primer ministro ha salido ya al paso de la falta de paridad en su Gabinete. “Eso es secundario. Me interesa la valía”, ha dicho.

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