_
_
_
_

Kurdistán libera por motivos de salud a uno de los tres milicianos españoles detenidos

Robin, que requiere medicación por una herida de guerra, fue arrestado con otro brigadista en agosto

Ángeles Espinosa
Peshmerga disparan al aire para celebrar el referéndum del pasado 25 de septiembre en Kirkuk, Irak.
Peshmerga disparan al aire para celebrar el referéndum del pasado 25 de septiembre en Kirkuk, Irak. Chris McGrath (Getty Images)

Uno de los tres milicianos españoles detenidos en Erbil desde agosto ha quedado en libertad este jueves “por motivos de salud”, según fuentes cercanas al caso. Se trata del brigadista conocido como Robin, en tratamiento por las secuelas de una herida de guerra que sufrió el pasado abril. La medida es un gesto de buena voluntad de las autoridades kurdas mientras se resuelve la situación de los otros dos, todos ellos alistados en las filas de un grupo armado que combate al Estado Islámico (ISIS) en el norte de Irak, que se ha retrasado debido al reciente referéndum en Kurdistán.

Más información
Los kurdos iraquíes guardan silencio sobre dos españoles detenidos
Los Peshmerga buscan un mando único

“Las gestiones diplomáticas [españolas] han conseguido de momento la puesta en libertad de uno de los tres arrestados que tiene problemas de salud”, aseguró a EL PAÍS una fuente kurda en Erbil el pasado martes. Robin ha embarcado esta tarde en un avión con destino a Doha, donde conectará con un vuelo a España. El gesto ha coincidido con la visita la capital de la región autónoma del embajador español en Irak, Juan José Escobar, quien ha admitido “estar trabajando en el asunto [de los detenidos]”, pero rechazó desmentir o confirmar cualquier otro extremo.

Agentes de los servicios secretos kurdos detuvieron a Robin, junto a otro español que se hace llamar Doctor Delil, en Zajo el sábado 23 de agosto, cuando ambos regresaban de España para reincorporarse a la milicia Unidades de Protección de Sinjar (YBS, en sus siglas kurdas). Uno de sus compañeros en ese grupo, de alias Simón, dio la voz de alarma, y la Embajada de España en Bagdad confirmó su situación. Poco después trascendió que un tercer español, conocido como Agir y al parecer originario de Huelva, había sido detenido una semana antes de camino a Erbil para regresar a España, tras haber sido expulsado del grupo armado.

Dos días antes de su detención, Robin contactó por última vez con un periodista con el que se comunicaba. Le dijo que iba a estar "unos días sin cobertura" porque emprendía el último trayecto, "el que más riesgo entraña, incluso vital". El miliciano se refería al acceso a Sinjar, la patria ancestral de los yazidíes, donde se encuentra estacionado su grupo.

“Tememos por la salud de Robin”, declaró entonces Simón en una entrevista con este diario. Según explicó, su compañero de armas resultó herido en la cabeza en un bombardeo turco el pasado abril. “Se le formó un coágulo y viajó a España para tratarse; ahora estamos preocupados porque la medicación que tenía que seguir tomando iba en una maleta que no estaba con él cuando fue detenido y no sabemos si la está recibiendo”, añade. Según su relato, tanto Robin como Delil y él mismo son exsoldados veteranos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Sin embargo, las autoridades del Kurdistán iraquí prefirieron guardar silencio. El Gobierno kurdo está en manos del Partido Demócrata de Kurdistán (PDK), del presidente Masud Barzani, cuyas fuerzas compiten por el control de Sinjar con las YBS y sus rivales históricos de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK). Es esta formación política, la que da cobertura a la presencia de los milicianos españoles facilitándoles el permiso de residencia en la región autónoma. Sin embargo, esa documentación no les autoriza a traspasar las lindes del Kurdistán iraquí para llegar a Sinjar. Bien pudieron ser detenidos al intentar cruzar el Tigris que marca la separación en esa zona, o simplemente ser víctimas de las luchas intestinas kurdas.

Hace unos días los compañeros de los detenidos empezaron a alarmarse y difundieron un comunicado en el que denunciaban el “secuestro” de los mismos “ante la falta de información” sobre el motivo de su arresto. Aunque no es la primera vez que las fuerzas de seguridad kurdas detienen a extranjeros alistados en milicias que combaten contra el ISIS, incluido algún español, lo habitual solía ser que en cinco o seis días, tras interrogarles, pasaran ante el juez.

“En otros casos similares que ha habido con anterioridad, estaban acusados de cruzar ilegalmente la frontera con Siria, con lo cual el proceso y la pena estaban claros, y lo que hacía el juez era exonerarles y ordenar su expulsión”, explica la fuente kurda.

En esta ocasión no está claro de qué se acusa a los tres españoles, quienes hasta esta mañana no habían comparecido ante el juez. “Todo el personal de seguridad y jurídico de la región ha estado concentrado en el referéndum”, justifica el retraso otro de los interlocutores que han hablado con EL PAÍS. Simón aseguró que sus dos compañeros detenidos tenían permiso de residencia y se encuentran de forma legal en Kurdistán. Sin embargo, las rivalidades ínter kurdas y las complejas relaciones que los distintos grupos mantienen con los países vecinos pudieron haberles jugado una mala pasada.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_