¿Dónde está Maëlys?
Una niña de 9 años desapareció durante una boda en Francia. Un mes y un detenido más tarde, sigue sin haber rastro de la pequeña
¿Dónde está Maëlys? ¿Quién se la ha llevado? ¿Sigue viva? Las preguntas, cada vez más angustiosas, se siguen acumulando a un mes de la desaparición de Maëlys, una niña de nueve años que se esfumó durante la celebración de una boda en Isère, en el este de Francia. La falta de respuestas tiene desconcertado a todo el país. Porque no solo se lanzó la alarma rápidamente y está en marcha una exhaustiva investigación en la que no se han escatimado recursos. Además, desde pocos días después de la desaparición de la niña, hay un sospechoso detenido. Los investigadores están convencidos de que él tiene “la llave” del caso. Pero pese a “indicios graves y concordantes” en su contra, no han conseguido arrancarle una confesión. Las pruebas no son concluyentes. Y de Maëlys, mientras tanto, sigue sin haber ni rastro.
Es una boda de la que nadie quiere ya acordarse en Pont-de-Beauvoisin, una localidad de 3.500 habitantes cercana a la frontera con Suiza e Italia. La fiesta se alargó hasta bien entrada la madrugada del 27 de agosto. Mientras los adultos celebraban, los niños correteaban por la sala de festejos y sus alrededores. Como Maëlys. Pero mientras que los otros pequeños acudieron a la llamada de sus padres cuando estos decidieron regresar a casa, la pequeña de cabellos y ojos castaños no respondió. Su rastro se pierde poco antes de las 3 de la madrugada, como señalan los carteles con su foto y una descripción minuciosa que, desde entonces, han inundado toda la región en busca de una pista de la pequeña, hasta ahora sin éxito.
La posibilidad de un secuestro se planteó pronto y se fue confirmando a medida que pasaban las horas y la búsqueda resultaba infructuosa. Los interrogatorios a los más de 140 asistentes a la malhadada boda empezaron también de inmediato. Pronto, un hombre empieza a concentrar las sospechas. Es un exmilitar de 34 años, residente en un pueblo cercano y amigo del novio. Tiene antecedentes por consumo y venta de estupefacientes. Un análisis de su coche revela rastros de ADN de la pequeña. El 3 de septiembre, es acusado de “secuestro o detención arbitraria de un menor de 15 años” y puesto en prisión preventiva, donde continúa hasta hoy.
El hombre, identificado como Nordhal L, ha admitido que habló con Maëlys, como testificaron otros invitados. A posteriori, los padres de la pequeña hablan de un “comportamiento extraño” del hombre. Exnovias de Nordhal también describen su actitud violenta y aseguran que las llegó a acosar. “Le tienen mucho miedo”, cita la cadena regional France-3 a una fuente de la investigación. El acusado asegura que solo le enseñó a Maëlys fotos de sus perros en su teléfono. También reconoce que la pequeña entró en su coche, pero afirma que lo hizo, junto con otro niño rubio, para ver si los perros que le había mostrado se encontraban en su maletero. Los gendarmes no han encontrado a ningún niño en la boda que concuerde con la descripción que dio Nordhal. No es el único detalle que no cuadra.
Durante la noche de la boda, el hombre se ausentó varias veces, coincidiendo con el momento de la desaparición de Maëlys. Y aunque regresó cuando comenzó la búsqueda de la pequeña, para cuando llegaron los gendarmes, sobre las 4 de la mañana, ya se había ido. El detenido asegura que se marchó para darle de comer a sus perros y otra para cambiarse un pantalón manchado de vino, que no se ha encontrado. Un día después de la boda, fue a lavar su coche. Dice que lo iba a vender y que por eso lo llevó al lavadero. “Pero uno no dedica hora y media a lavar su coche solo para venderlo”, contrapone un investigador, según France Inter. El abogado de la familia de la pequeña, Fabien Rajon, advirtió este martes de que se trata de una “carrera contrarreloj” en la que no se puede perder más tiempo. Desde la cárcel, Nordhal sigue proclamando su inocencia. Y Maëlys no aparece.
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