La OTAN acusa a Moscú de mentir sobre la magnitud del ejercicio militar en el límite con la frontera aliada
Stoltenberg destaca el comportamiento “más agresivo” de Moscú
La OTAN no se cree las cifras oficiales sobre la magnitud del macroejercicio militar que Rusia inició el jueves a las puertas de territorio aliado. Moscú comunicó a la Alianza Atlántica el pasado mes de julio que esas maniobras implicarían a menos de 13.000 personas, justo el límite a partir del cual las reglas comunes obligan a fijar inspecciones. “Hacemos un llamamiento a Rusia para que desvele el alcance del ejercicio y respete los requerimientos de transparencia”, asegura una fuente oficial de la OTAN consultada por este diario.
A pesar de la discordia que reina en las relaciones bilaterales, la Alianza y Rusia han conseguido abrir una rendija de diálogo, entre otras cosas para informarse sobre maniobras militares e impedir altercados. La última reunión formal se celebró en julio y los representantes de los 28 Estados de la OTAN expresaron su inquietud sobre las dimensiones de Zapad. En aquel momento, los aliados sospechaban que el ejercicio implicaba al menos a 70.000 militares, unas cifras que hoy se sitúan más cerca de los 100.000. “Tenemos razones para creer que en Zapad participarán muchas más tropas de lo oficialmente indicado”, apostillan las mismas fuentes.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, interpreta el ejercicio como “una muestra de cómo Rusia usa sus capacidades modernas de una forma más agresiva”, según declaró ayer en una entrevista a la cadena CNBC. “Todos los países tienen derecho a realizar ejercicios militares, pero tiene que hacerse de manera transparente”, añadió. El líder de la Alianza citó la toma rusa de Crimea como un episodio que inicialmente se presentó como ejercicio militar para luego derivar en una anexión. Aun así, descartó que eso pueda ocurrir en los Estados bálticos, que son miembros de la OTAN.
Stoltenberg ya consideró insuficiente la oferta de Rusia de admitir a varios observadores de la Alianza Atlántica para evaluar si Zapad se atiene a lo previsto. La organización recuerda que, en maniobras anteriores con este mismo nombre (las celebradas en el año 2009 y 2013), las dimensiones reales de los trabajos militares superaron lo comunicado a través del mecanismo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). “La OTAN observa de cerca el ejercicio”, advierten esas fuentes. Ambos bloques se informan periódicamente de los ejercicios que realizan para evitar malentendidos.
Los tres Estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) son los más expuestos a las maniobras de Zapad, que son interpretadas allí como una provocación. Estonia, que ejerce este semestre la presidencia rotatoria de la UE, ha mandado un observador a Bielorrusia, uno de los escenarios de Zapad.
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