Hallados restos humanos dentro del destructor de EE UU siniestrado en Singapur
El comandante de la Flota del Pacífico de Estados Unidos, Scott Swift, asegura que la investigación aún está en fase “muy inicial”
Más de un día y medio después de que el destructor estadounidense S.John McCain colisionara con un petrolero frente a la costa este de Singapur, las peores noticias empiezan a confirmarse. Los buzos que buscan a los diez desaparecidos dentro del buque han hallado restos humanos en las zonas siniestradas. Además, la Marina de EE UU está identificando un cuerpo encontrado por sus homólogos malasios, según ha confirmado el comandante de la Flota del Pacífico de EE UU, Scott Swift.
“Los buzos han podido localizar algunos restos (humanos) en parte de los compartimentos sellados del buque hoy (martes)”, ha indicado Swift en una rueda de prensa en la base naval de Changi, en Singapur, donde permanece anclado el destructor siniestrado desde el lunes. El máximo responsable de la Flota del Pacífico estadounidense aseguró que “aún es muy pronto” para determinar si corresponden a los diez desaparecidos tras la colisión, ocurrida a las 05:24 horas de la mañana del lunes, hora local (21:24 GMT del domingo), cuando el S.John McCain se dirigía al puerto de Singapur tras realizar “patrullas de rutina” en el Mar de China Meridional. Cinco personas resultaron heridas, y cuatro de ellas fueron trasladas a un hospital de Singapur, mientras la quinta no necesitó más asistencia médica.
Las tareas de rescate, ha afirmado Swift, continuarán “hasta que las probabilidades de encontrar a los marineros con vida queden exhaustas”. Este martes, de hecho, el perímetro de búsqueda se expandió hasta cubrir 2.620 kilómetros cuadrados, con buques y helicópteros de las Marinas de Singapur y EE UU peinando el área central y barcos de Malasia e Indonesia las partes norte y sur. Pero las primeras informaciones apuntan a que, como ocurriera con el destructor Fitzgerald, en el que siete marineros murieron tras colisionar con un carguero a cien kilómetros de la costa de Tokio en junio, los cuerpos estarían dentro del buque.
Las causas de lo ocurrido continúan siendo un misterio. Swift ha afirmado que la investigación se encuentra en “fase muy inicial”, pero que “no hay indicaciones de ciberataques”. Tampoco ha querido confirmar las informaciones publicadas por CNN que apuntan a un “fallo del timón” antes del accidente. “No estamos eliminando ninguna consideración y cada escenario será revisado e investigado en detalle”, ha enfatizado el almirante. “Si ha habido negligencias, serán descubiertas durante la investigación. La Marina de EE UU tiene un pasado muy claro en cuanto a la asunción de responsabilidades”.
Pero Swift no lo tuvo muy fácil a la hora de defender la reputación de las operaciones navales estadounidenses en el Pacífico. Con cuatro accidentes en un año —además de los del Fitzgerald y el John S McCain, el destructor de misiles guiados Lake Champlain fue golpeado por un pesquero cerca de la costa coreana en mayo y en enero otro buque de la misma clase, el USS Antietam, encalló al intentar anclar en la bahía de Tokio—, aumentan las dudas sobre si la flota está capacitada para afrontar la intensa actividad de la zona. A raíz del accidente, el almirante John Richardson declaró el lunes una medida extraordinaria: una parálisis temporal de los buques de la Armada de EE UU, de uno o dos días de duración, para averiguar qué ha ocurrido y si hay motivos, más allá del infortunio, que expliquen por qué la primera potencia militar mundial ha padecido cuatro accidentes navales en 365 días.
“La pausa servirá para que las comandantes de la Marina (de EE UU) se reúnan y tomen decisiones, porque la situación es bastante grave. Ante una China más asertiva y amenazas en la zona como Corea del Norte o ISIS en el sur de Filipinas, EE UU tiene muchas operaciones y surge la duda de si es sostenible mantener el ritmo”, considera Ridzwan Rahmat, experto en Defensa de la consultora Jane’s by IHS Markit.
Por otro lado, plantea Rahmat, “si EE UU decide aumentar su flota, China desplegará a su vez más barcos y efectivos (en el Pacífico) y aumentará el riesgo de que se produzcan errores de cálculo”.
Swift ha negado que la falta de capacidades y el agotamiento extremo de la tripulación pueda ser causa de los accidentes. “No he sentido que la tripulación del S. John McCain estuviera exhausta al encontrarme con ellos”, ha aseverado este martes durante la rueda de prensa. “Tengo gran confianza en que la Flota del Pacífico puede responder a cualquier instrucción requerida por el presidente o por el secretario de Defensa (de EE UU)”, añadió.
Tampoco quiso dar crédito al artículo publicado por el diario oficial China Daily, que subrayó que la última colisión prueba que la flota de EE UU se está convirtiendo en “un riesgo” para la navegación en Asia. “Son comentarios, como poco, fuera de lugar”, ha respondido Swift.
China, que reclama más del 90% de las aguas del Mar de China Meridional, de donde procedía el S. John McCain antes del accidente, denuncia asiduamente las patrullas de buques de guerra estadounidenses por la zona, rica en recursos y en la que las primeras potencias mundiales miden sus fuerzas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.