El imán de Ripoll viajó a Bélgica para buscar trabajo
El alcalde de la localidad de Vilvoorde confirma que el religioso estuvo en 2016 en la ciudad, antiguo feudo yihadista
La pista belga vuelve a aparecer en un atentado de corte yihadista. Las autoridades locales de Vilvoorde, un municipio flamenco cercano a Bruselas, han confirmado este domingo que Abdelbaki Es Satty, el imán de Ripoll considerado el cerebro de los ataques de los pasados días 18 y 19, estuvo en el municipio en 2016. "Puedo confirmar que estuvo aquí de enero a marzo del año pasado", ha admitido su alcalde, Hans Bonte, quien no descarta que hubiera estado en el país con anterioridad. Vilvoorde es un antiguo feudo de yihadistas que ha hecho de la lucha contra la radicalización uno de sus caballos de batalla.
El alcalde ha señalado que Es Satty estuvo buscando trabajo como imán en la ciudad, a la que llegó sin domicilio fijo ni permiso de residencia. "La noticia es un duro golpe para nuestra ciudad", ha añadido en entrevista con medios locales. El imán de la localidad ha confirmado esta tarde a EL PAÍS que Es Satty estuvo en la zona buscando empleo. "Es un imán que vino a buscar trabajo a Diegem [a 5 kilómetros de Vilvoorde]. Contaba que venía de España y en la mezquita le dijeron que para darle el trabajo era necesario que trajera un certificado de antecedentes penales. Podemos decir que evitaba entregar el papel con evasivas. Decía que no era necesario, que por qué no confiaban en él. Ante esa actitud sospechosa, el responsable de la mezquita habló con la policía, y desde entonces no volvió a aparecer", explica.
El alcalde de Vilvoorde se ha mostrado consternado por ver de nuevo el nombre de su ciudad asociado al yihadismo. "Nos liberamos del problema del terrorismo en gran medida desde 2014, y ahora estamos indirectamente vinculados", ha lamentado. Vilvoorde ha librado en los últimos años una dura lucha contra la radicalización. La ciudad, de menos de 40.000 habitantes, ha sido una de las que más yihadistas ha exportado a Siria para unirse a las filas del Estado Islámico, principalmente entre 2011 y 2014.
Los viajes a Bélgica del imán Es Satty siguen de momento cubiertos por un halo de misterio en torno a sus actividades. El religioso había manifestado su intención de mudarse a Bélgica, y las fuerzas de seguridad buscan aclarar sus motivaciones. Hasta ahora, las autoridades belgas no han informado de si estaba bajo su radar, aunque las primeras pistas indican que sus idas y venidas pasaron desapercibidas.
El único en pronunciarse al respecto ha sido el ministro de Inmigración, Theo Francken. "El imán Abdelbaki Es Satty no es conocido por el Servicio de Inmigración bajo este nombre ni ha solicitado una tarjeta de residencia", publicó este domingo en su cuenta de Twitter. Mientras, la Fiscalía belga aseguró estar dispuesta a colaborar sobre el caso con las autoridades españolas.
Antiguo hervidero de radicales
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