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Finlandia investiga como acto terrorista el apuñalamiento masivo del viernes

Dos personas han muerto en el ataque ha tenido lugar en la ciudad de Turku; la policía ha detenido al agresor tras dispararle a las piernas

Agentes de policía en el lugar del ataque en Turku, Finlandia, este viernes.

La tranquila e idílica ciudad portuaria de Turku, en el occidente de Finlandia, vivió el viernes un día de terror. Poco después de las cuatro de la tarde, un joven perpetró un apuñalamiento masivo que causó la muerte a dos transeúntes y heridas a otras seis personas, según informó después la policía en una rueda de prensa. El ataque, un día después de los atentados en España, llevó a las autoridades a reforzar la vigilancia. La policía ha abierto este sábado una investigación por terrorismo y ha identificado al agresor como un marroquí de 18 años, que está detenido.

Los 20 minutos de terror ocurrieron en la plaza Central de Turku —con 160.000 habitantes, es la tercera ciudad finlandesa— al día siguiente de que 14 personas murieran en un doble atentado en Cataluña. “Yo estaba con una amiga en la terraza de un restaurante que de la Plaza Central, a esa hora había muchísima gente. De pronto oímos gritos desesperados de una mujer y cundió la alarma. Se trataba de una chica joven que había sido herida de gravedad en el cuello. Pude ver agresor que todavía blandía un cuchillo. Era un hombre joven de aspecto extranjero”, declaró la testigo Laura Laine a la radio pública finlandesa, Yle. Entre las víctimas hay una menor de 15 años.

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El atacante de Turku es un marroquí de 18 años solicitante de asilo en Finlandia

El agresor siguió su periplo hasta la plaza de la Madera, ubicada a unos 300 metros. La policía, que había recibido el primer llamado a las 16.02 (una hora menos en España peninsular) le siguió los pasos y lo neutralizó con un disparo en una pierna, según explicaron en la comparecencia de la ministra del Interior y el jefe de la policía. Según las fuerzas de seguridad la vida del agresor no corre peligro.

Otros testigos aseguraron que el agresor gritó “Alá hu Akbar” (Alá es grande, en árabe), pero la policía no confirmó tal circunstancia.

En su comparecencia ante los medios, el comisario de policía Markus Laine explicó que, según los primeros indicios, el agresor actuó solo. “Por ahora estamos cotejando su identidad con todos los organismos de seguridad, también con el Interpol. Aún no estamos en condiciones de tipificar los hechos. Espero que podamos hacerlo mañana [el sábado]", aseguró Laine.

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La ministra de Interior, Paula Risikko, detalló que, por el momento, las fuerzas de seguridad no están tratando lo ocurrido como un ataque terrorista, aunque advirtió de que la línea de investigación podría cambiar. “Tenemos que dejar a la policía que realice su trabajo en paz. Sí, puede tratarse de un acto de terrorismo”, respondió a preguntas de los reporteros, pero añadió: “Pero también puede ser obra de un enfermo mental e incluso de una venganza. Démosle tiempo a la policía que analice todas las cámaras de vigilancia”, manifestó la ministra a la televisión finlandesa.

Inmediatamente después del suceso, la policía evacuó la zona, pidió a la ciudadanía que se quedara en sus casas y lanzó un amplio despliegue en busca de posibles cómplices del agresor detenido. Las fuerzas de seguridad finlandesas también reforzaron la seguridad en el aeropuerto y estación de trenes de Helsinki. Unas horas después, la ministra del Interior aseguró que el centro de Turku volvía a ser seguro.

Confianza en la policía

La tranquila Finlandia no había experimentado tanto sobresalto desde las matanzas de estudiantes en dos institutos, hace diez años. “No hemos sido capaces de confirmar la identidad de esta persona, hemos estado en contacto con el servicio de inmigración porque parece extranjero”, dijo la ministra en referencia al agrsor.

Algunos observadores finlandeses ven el modus operandi como típicamente yihadista

Finlandia, que tuvo tradicionalmente una política restrictiva con respecto a la inmigración, se ha visto desbordada a partir de 2014. Así la inmigración procedente de Oriente Próximo se ha quintuplicado. Sobre todo en 2015 cuando llegaron al país 36.000 refugiados a través de Grecia, los Balcanes y Europa Central.

Pero algunos observadores finlandeses ven el modus operandi como típicamente yihadista. “Por ahora Finlandia se había escapado de la oleada de atentados”, explica Mika Aaltola, investigador del Instituto de Política Exterior (UPI). “Pero somos un blanco blando, por lo tanto, era cuestión de tiempo”, dice el académico.

El primer ministro, Juha Sipilä, ofreció sus condolencias a las víctimas. “Es un día de dolor para todo el país. Hoy corresponde estar con las víctimas y debemos mantener la confianza en que nuestros organismos de seguridad cumplirán con su labor”. También el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, condenó el ataque y ha manifestó su solidaridad con la población del país nórdico: "He sabido de los ataques violentos en Turku, Finlandia, con gran preocupación. Si bien los detalles (del suceso) aún están saliendo a la luz, condenamos con fuerza este ataque no provocado que se produce tan solo veinticuatro horas después del horror desplegado en España".

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