Kuczynski defiende que Perú necesita mejorar sus indicadores sociales para apuntalar el crecimiento
El presidente peruano participa en un foro organizado por EL PAÍS en su primera visita a España
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, ha viajado a España en su primera visita oficial desde que llegara al poder el pasado julio para hablar sobre el futuro de Perú. El mandatario, un tecnócrata de 78 años, execonomista del Banco Mundial y formado en Oxford y Princeton, de una clara línea liberal, ha defendido este lunes en el foro El Perú del futuro, organizado por EL PAÍS, la necesidad de una mejora en los indicadores sociales para apuntalar el porvenir del país. Durante una conversación con Juan Luis Cebrián, presidente del consejo de administración del Grupo PRISA (editor de EL PAÍS), Kuczynski remarcó que, junto al necesario crecimiento económico, Perú precisa de un "cambio social". “Cualquiera que haya viajado por el país ve que si bien los promedios de ingreso por habitante no están mal, hay todavía mucha pobreza”, señaló el jefe de Estado.
Kuczynski fue presentado por el director de EL PAÍS, Antonio Caño, quien ha contrastado la situación del Perú de los convulsos años ochenta, que visitó como corresponsal del diario, y el país que vio en 2015 durante un foro del Banco Mundial en Lima. Caño ha destacado en el encuentro de este lunes —patrocinado por Enagás, Iberia, Repsol y Telefónica— que el país sudamericano “ha pasado de ser un enfermo del continente, donde se experimentaba con teorías violentas, a ser un espacio de oportunidades y desarrollo”. “Perú se consolida como uno de los países más consistentes de América Latina, uno de los más atractivos para invertir”, agregó.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el PIB de Perú crezca un 3,5% este año, el mayor incremento entre las principales economías latinoamericanas (la previsión para Argentina es 2,2%, México 1,7% y Brasil apenas un 0,2%). Pero la deuda del país con buena parte de su población continúa siendo enorme. Kuczynski enumeró la falta de agua potable de un tercio de los peruanos, los problemas de la educación en los niveles más básicos y de los servicios de salud como los mayores desafíos de su Gobierno. El presidente lamentó que “el Estado no está presente en todo el país”, pero hizo énfasis en que esto no se debe la escasez de recursos, sino a la falta de organización: una burocracia desproporcionada, mal estructurada y una lucha anticorrupción no necesariamente bien encaminada.
El mandatario peruano, que antes de su participación en el foro se reunió con el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, recordó que más de la mitad de los 25 gobernadores del país han estado acusados de corrupción y que “cinco o seis han estado en la cárcel”, aunque lamentó que varios de ellos han quedado libres por decisión de la justicia. Ante la mala imagen de este último poder y del Congreso, remarcó que para construir una democracia sólida es necesario que esta mala percepción mejore.
Cebrián ha preguntado a Kuczynski si considera que la lacra de la corrupción es sistémica en el país sudamericano. Perú ha sido uno de los más golpeados por el caso Odebrecht, la trama de sobornos que la constructora brasileña tejió a lo largo del continente para asegurarse contratos de obras públicas. Varios funcionarios y ex altos cargos peruanos están en la mira de la justicia por el escándalo, entre ellos los expresidentes Alan García y Alejandro Toledo, este último en Estados Unidos y con una orden de captura internacional en su contra. “En todo el mundo hay corrupción, lamentablemente. En unos lugares menos que en otros”, respondió Kuczynski, y agregó que la solución pasa, por ejemplo, por ajustar ciertos estándares, como los sueldos de los funcionarios, que por obra de la Administración anterior no pueden ser mayores que el del presidente (de entre 3.000 y 4.000 dólares después de los impuestos). “Hay diferencia con décadas atrás, ahora tenemos el dinero. Nuestro reto es la organización. Tenemos que motivar el país para que no se deje llevar por intereses personalistas. La lucha contra la corrupción, si bien es costosa, es fundamental”, señaló.
“Si no hay un cambio social, cuando la población envejezca, de aquí a 20 o 25 años, habremos perdido el tiempo.”
La corrupción ha frenado varios grandes proyectos de infraestructura, como el Gasoducto del Sur, el más grande del país con más de 1.000 kilómetros de tuberías y que costó 7.000 millones de dólares al Gobierno. La falta de liquidez de Odebrecht tiene paralizada la obra. Kuczynski, no obstante, es optimista en ese ámbito (“hay proyectazos [en marcha], en realidad”) y concentra sus preocupaciones en la necesidad de la mejora de indicadores sociales. “Lo que me preocupa es la pequeña escuela, el puesto de salud, el proyecto de agua potable”, reiteró. “Si no hay un cambio social, cuando la población envejezca, de aquí a 20 o 25 años, habremos perdido el tiempo. Es una enfermedad que se llama progenia, ser viejo antes de haber crecido”, recalcó. “Hay cierto agotamiento, necesitamos cambiar un poco el modelo”.
Cebrián ha aprovechado la presencia en el foro del Nobel de Literatura peruano, Mario Vargas Llosa (también con nacionalidad española), para resaltar los viejos lazos de ambos países, que relacionó con la obra de otro escritor “hispano-peruano”, el Inca Garcilaso de la Vega, quien en el siglo XVI y principios del XVII reivindicó la unión de las culturas de los dos lados del Atlántico. ¿Qué espera hoy Perú de España?, preguntó Cebrián. “España y Portugal tienen un papel fundamental. España es hoy una parte importantísima de Europa. No era así a principio de los años ochenta. Todo cambió y España tuvo un vuelco tremendo. Ahora es un país fuerte y está saliendo de la crisis económica que entiende lo que es América Latina”, concluyó el mandatario.
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