Alemania debe cazar 10.000 lagartijas protegidas para construir una vía de tren
Una obra que unirá Ulm y Stuttgart lleva paralizada 18 meses por la aparición de los reptiles
Las obras para construir la vía férrea de alta velocidad que una las ciudades alemanas de Ulm y Stuttgart llevan paralizadas 18 meses. Los ingenieros que debían poner en marcha la obra, que debe estar lista en 2021, descubrieron que dos especies de lagartijas en vías de extinción habitan una zona de la localidad de Wendlingen, en la que estaba planificada la excavación de un túnel. Ahora deben cazarlas y trasladarlas a otra zona para continuar con la construcción.
La existencia del lagarto ágil (lacerta agilis), un reptil que no mide más de 24 centímetros de largo, y la de las lagartijas roqueras (podarcis muralis) en la región obligó a la poderosa compañía alemana de ferrocarriles, Deutsche Bahn, a paralizar el proyecto, pero también a buscar una solución para salvar la vida de los pequeños reptiles, cuya existencia está protegida por rigurosas leyes que desean impedir su extinción.
La burocracia alemana no se caracteriza por solucionar los problemas con rapidez. Después de llevar a cabo un riguroso estudio que analizaba la forma idónea para llevar a cabo el reasentamiento de los reptiles, la Deutsche Bahn anunció hace unos días que en el curso del verano se llevaría a cabo el traslado de las lagartijas para poder construir la vía férrea de 56 kilómetros de longitud.
Los estudios descubrieron que la región está habitada por unos 250 lagartos ágiles, mientras que la familia de las lagartijas roqueras puede llegar hasta las 10.000, una certeza que obligó a la Deutsche Bahn a destinar 15 millones de euros para hacer posible el reasentamiento.
Los 15 millones de euros incluyen el pago de expertos que tendrán la complicada misión de atrapar a los reptiles, el transporte a su nuevo hábitat y el monitoreo del proceso de readaptación. Aunque un portavoz de la Deutsche Bahn anunció que la reubicación de los reptiles se iniciaría este verano, nadie sabe si la captura de las lagartijas quedara concluida antes de que regrese el frío a la región.
Cada reptil debe ser cazado cuando sale a la superficie con una especie de lazo en miniatura, que debe ser utilizado casi con ternura para no causarles daño, un trabajo difícil, lento y sumamente delicado. “Se necesita paciencia, una mano tranquila y mucha experiencia”, dijo Peter Böhm, un geólogo de profesión y experto cazador de lagartos ágiles, entrevistado por la televisión.
La cacería ya se inició gracias al buen clima que impera en la región y Jorg Hamann, portavoz de la Deutsche Bahn, también anunció que la compañía se hará responsable del nuevo hogar para los reptiles durante los próximos 30 años.
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