El misterio de los 250 kilos que perdió la mujer más obesa del mundo
Egipto y la familia de la paciente tienen versiones contradictorias sobre su verdadero peso
Sabido es por todos que mantener a raya la báscula es una ardua tarea. Siempre hay algún kilo de más o de menos que se muestra esquivo. A veces, incluso confunde al gremio de las balanzas, que ofrece un veredicto diferente en casa o en la farmacia. Más difícil es un error de apreciación de 200 kilos. Pero eso es lo que sucede en el caso de Eman Ahmed Abdelaty, considerada hasta hace varias semanas la mujer más obesa del mundo. ¿Es ahora su peso 250 kilos, como afirma su médico, o 465, como asegura su hermana? La cuestión ha despertado un gran interés en los medios egipcios, incluso el Comité de Sanidad del Parlamento egipcio ha tomado cartas en el asunto.
La historia de Abdelaty se coló en las páginas de la prensa internacional hace un par de meses, cuando se supo que la mujer, de 37 años de edad y que hace unas dos décadas vive postrada en una cama en la ciudad de Alejandría, visitaría un hospital de Bombay para recibir un intenso tratamiento. Su peso, cerca de 500 kilos, amenazaba con poner fin a su vida a causa de la diabetes, la presión arterial o un paro cardíaco, por lo que iba a ser sometida a varias operaciones. Habiendo sufrido varios infartos, su estado era tan delicado que tuvo que ser trasladada en un avión especialmente acondicionado.
Shaimaa Selim asegura que su hermana solo ha perdido 50 kilos
La semana pasada, el hospital Saifee de Bombay hizo público un vídeo en el que se podía ver a Abdelaty sentada en un sofá escuchando música. “Parece una versión más feliz y delgada de sí misma. Por fin, ya puede sentarse en una silla de ruedas por un largo periodo de tiempo, algo que ni soñábamos tres meses atrás”, declaró a través de un comunicado el equipo de doctores que, primero la sometió a una estricta dieta, y luego le practicó diversas operaciones bariátricas. Abdelaty, que de niña fue diagnosticada con elefantiasis —una enfermedad que provoca un crecimiento anormal del cuerpo— había perdido nada menos que 250 kilos en un par de meses.
No obstante, Shaimaa Selim, la hermana de la paciente, publicó recientemente un vídeo en su página de Facebook en el que acusaba a los médicos de “mentirosos” y afirmaba que estos solo habían rebajado el peso de Abdelaty en unos 50 kilos. Los comunicados congratulatorios del hospital se trataban, según Shaimaa, de una simple treta publicitaria. Los medios de comunicación egipcios se hicieron eco de la denuncia, y el Comité de Sanidad del Parlamento de Egipto incluso instó al Ministerio de Asuntos Exteriores a seguir de cerca el caso y mantenerle informado. De acuerdo con el diario Al Ahram, el cónsul de Egipto en Bombay ya se ha entrevistado con los doctores, que han negado vehementemente las acusaciones de Selim.
“Hoy Emam pesa 171 kilos ... Las fotos no mienten, no pueden mentir”, se defendió Muffazal Lakdawala, el médico responsable del tratamiento a Abdelaty en declaraciones a la agencia AFP. El médico también cargó contra la hermana de su célebre paciente a través de su cuenta de Twitter. Según el doctor, las acciones de la mujer responden a sus problemas financieros e incapacidad de cuidar a su hermana una vez reciba el alta. “Shaimaa Selim, has matado la humanidad de un golpe. Que Dios te ayude cuando te des cuenta de lo que has hecho”, decía en un mensaje, en el que prometía “continuar tratando y rezando por Eman”. El caso ha llevado ya a la creación de un hashtag #SaveEman (“salvar a Eman”, en inglés).
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