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Geert Wilders tiene un fiero enemigo en Twitter: su hermano mayor Paul

El líder xenófobo holandés ha bloqueado a Paul en la red social por las críticas que este le hacía

Juan Diego Quesada

Los que conocen a Geert Wilders aseguran que no le gusta que le lleven la contraria. Lleva mas de una década viviendo en una burbuja por miedo a ser asesinado, lo que ha reducido su círculo a la mínima expresión. Uno de sus contactos más palpables con el mundo exterior es a través de Twitter, donde a menudo lanza dardos racistas contra los inmigrantes o se mofa de sus rivales políticos. El problema es que en la red social se ha encontrado con un crítico con tanta energía como la suya: su hermano mayor Paul.

Geert Wilders (i) y su hermano Paul, nueve años mayor que él
Geert Wilders (i) y su hermano Paul, nueve años mayor que él

Geert y Paul Wilders están en las antípodas ideológicas. En los últimos tiempos no se han visto mucho, si acaso en el cumpleaños de su madre que vive en Venlo, en el sur de Holanda. El padre murió hace 12 años. En esas reuniones alrededor de las velas evitan tocar temas políticos, en realidad lo que cualquier familia debería hacer. Es evidente que Paul no comulga con el ideario de su hermano menor y hasta diciembre había mantenido una oposición elegante, sin atacarlo de manera frontal.

Hasta que Geert publicó en Twitter una foto de la canciller alemana, Angela Merkel, con las manos manchadas de sangre. Era diciembre de 2016 y un hombre que decía actuar en nombre del yihadismo arrolló y mató a 12 personas en un mercadillo navideño en pleno centro de Berlín. Para Paul eso fue ir demasiado lejos. A su entender, Geert estaba fomentando la violencia y el odio hacia el millón de refugiados que había acogido Alemania. Atacar de esa manera tan populista a Merkel era pasarse de la raya.

La discusión fue pública y acabó de la manera más abrupta en una red social: Geert lo bloqueó. Paul desde entonces no puede ver los mensajes que publica su hermano a menos que entre desde otra cuenta. Paul ha dicho que lo quiere igualmente, que lo suyo solo son diferencias políticas y que si algún día vuelven a verse lo abrazará como si tal cosa. No consta que Geert piense lo mismo.

Los hermanos no convivieron muchos años bajo el mismo techo. Cuando Paul se fue a estudiar a la Universidad de Utretch, el candidato a primer ministro de Holanda apenas tenía nuevos años. Geert fue después un adolescente rebelde, como él mismo ha confesado, y es conocido que sus padres llegaron a plantearse echarlo de casa. De aquellos años se recuerdan sus ataques de ira cuando alguien le llevaba la contraria. Su visita a Israel con 18 años, un viaje que cambió su percepción personal del mundo, abrió una etapa en la que empezó a interesarse por la política.

Paul podrá estar dispuesto a abrazar a su hermano pero tiene claro que no va a votarle en las elecciones que se celebran este miércoles en Holanda, y ha insinuado que su madre tampoco lo hará. Wilders puede tener el respaldo del 20% de los holandeses, según los sondeos, pero en la casa en la que creció no tiene mucho donde rascar.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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