Un diplomático de Corea del Norte, sospechoso del asesinato de Kim Jong-Nam
La policía malasia busca a otros cuatro sospechosos que huyeron a Pyongyang el día del crimen
La trama de la novelesca muerte de Kim Jong-nam, el hermano mayor del líder supremo norcoreano Kim Jong-un, se complica. La Policía malasia ha dado a conocer este miércoles que quiere interrogar a uno de los funcionarios de la Embajada norcoreana en Kuala Lumpur en relación con el extraño fallecimiento en el aeropuerto de la capital malasia el pasado día 13. El requerimiento para hablar con el segundo secretario de la legación diplomática refuerza las tesis de Corea del Sur de que se trató de un asesinato ordenado por el régimen de Pyongyang.
Además del funcionario, los agentes malasios también quieren interrogar a un empleado norcoreano de Air Koryo, la línea aérea de bandera del país norasiático, según ha indicado en una rueda de prensa Jalid Abu Bakar el jefe nacional de la Policía malasia.
“Hemos pedido al embajador (Kang Chol) que nos permita entrevistar a los dos. Esperamos que la embajada coreana coopere con nosotros y nos permita entrevistarles rápidamente. Si no, tendremos que obligarles a que vengan”, explicó Abu Bakar, en declaraciones recogidas por Afp.
Los investigadores malasios creen que siete ciudadanos norcoreanos “están profundamente implicados” en la muerte del hermano mayor de Kim Jong-un, que vivía en el exilio voluntario desde hace casi quince años. Cuatro de ellos- han conseguido huir y están de regreso en Pyongyang y la policía ha capturado a un quinto, de quien los medios malasios apuntan a que se trata de un químico experto en explosivos.
Según las explicaciones de la Policía malasia y un vídeo salido a la luz esta semana, Kim Jong-nam había llegado a la Terminal 2 del aeropuerto de Kuala Lumpur y se disponía a sacar la tarjeta de embarque para tomar un vuelo hacia Macao cuando dos jóvenes se le acercaron por detrás y una de ellas le pasó en cuestión de segundos lo que parece un trapo por la cara. Las dos han sido detenidas
Los familiares de una de las muchachas, la indonesia Sitti Aishah, de 25 años aseguran que ella pensaba que estaba participando en un programa de telerrealidad. Pero la Policía considera que el asalto se perpetró de manera muy profesional para rociar la cara de Kim Jong-nam con un veneno muy poderoso. Tras el incidente, las dos jóvenes se lavaron las manos antes de salir a buscar un taxi. “La mujer se alejó con las manos hacia el lavabo. Tenía claro que era algo tóxico y que tenía que lavarse las manos”, precisó Abu Bakar.
El suceso, que Seúl considera un “ataque terrorista”, ha causado un fuerte deterioro en las relaciones entre Malasia y Corea del Norte, hasta ahora relativamente cordiales. Kang Choi ha asegurado que su país no puede fiarse de Kuala Lumpur y acusado a la investigación de desarrollarse siguiendo motivaciones políticas. Malasia ha rechazado esas acusaciones y, además de convocar a Kang para pedir explicaciones, ha llamado a consultas a su representante diplomático en Pyongyang.
Malasia practicó la semana pasada una autopsia al cuerpo, aunque los primeros resultados no han sido concluyente y ha sido necesario ampliar la gama de análisis. Las autoridades han precisado que no se han encontrado marcas de pinchazos, lo que descarta las primeras teorías de que Kim Jong-nam hubiera podido recibir una inyección; tampoco hay muestras de un ataque al corazón, la causa de la muerte según la embajada norcoreana.
Corea del Norte se oponía a que se practicara la autopsia y reclamaba que se le entregara el cuerpo de Jong-nam. Kuala Lumpur ha asegurado que todo se lleva a cabo de acuerdo con los estándares internacionales y que entregará el cuerpo a los familiares una vez que estos hayan facilitado muestras de ADN.
En los últimos días se había rumoreado la presencia del hijo de Jong-nam, Kim Han-sol, una posibilidad que cobró fuerza al reforzarse la vigilancia del mortuorio donde se encuentra el cuerpo, aunque hasta el momento no se ha visto rastro alguno del joven Kim ni de otros familiares.
Seúl activa sus altavoces para informar al Norte del asesinato
Corea del Sur comenzó el pasado fin de semana a usar sus altavoces instalados en la frontera con Corea del Norte para informar sobre el supuesto asesinato de Kim Jong-nam, hermano del líder norcoreano, informó hoy un responsable del Ejército surcoreano.
"Estamos utilizando 34 altavoces a lo largo de la frontera intercoreana para informar a los soldados y civiles de que su líder Kim Jong-un está detrás de la muerte de su hermano mayor Kim Jong-nam", dijo un mando del ejército a la agencia local Yonhap.
La semana pasada un portavoz de las fuerzas armadas anunció que Corea del Sur empezaría a emitir los mensajes "una vez se reciba la confirmación oficial" sobre la muerte de Kim Jong-nam, que fue supuestamente asesinado el pasado 13 de febrero en el aeropuerto de Kuala Lumpur.
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