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Buenos Aires amanece invadida por humo

El incendio en una reserva ecológica se expande por toda la ciudad y reduce la visibilidad

Dos helicópteros ayudaron en las tareas de sofocación de las llamas.
Dos helicópteros ayudaron en las tareas de sofocación de las llamas.Télam

Existe en Argentina una expresión callejera que se ha vuelto clásica y que señala como “vendehumo” a aquellas personas que, con mentiras o exageraciones, intentan ganarse el cariño de las masas. El calificativo cabe en igual medida a políticos que no cumplen sus promesas de campaña, futbolistas que actúan lesiones y músicos extranjeros que se visten con la camiseta de la selección con el único fin de ser aceptados. Este viernes, el humo nubló el cielo de Buenos Aires y muchos se acordaron de los grandes simuladores del país. Además, fue acompañado por un intenso olor a quemado. Sin embargo, el fenómeno climático tiene una explicación concreta: el incendio de la reserva ecológica de Punta Lara (a casi 60 kilómetros de la capital), una zona de 6.000 hectáreas que por su difícil acceso, complicó las tareas de los bomberos.

El recuerdo de los más memoriosos fue instantáneo y se remontó al año 2008, cuando el gobierno y las patronales agropecuarias mantuvieron una fuerte disputa por la regulación de las retenciones. En esa oportunidad, otra humareda invadió Buenos Aires y disparó interpretaciones y acusaciones desde ambos lados. La explicación fue más simple en aquella oportunidad, como lo es ahora. El siniestro que afectó a buena parte de la reserva natural ubicada a 20 kilómetros de la ciudad de La Plata generó una densa cortina de humo que por acción del viento este afectó a varios partidos del conurbano bonaerense y a la propia ciudad de Buenos Aires. Algunos vecinos de los municipios de Avellaneda, Quilmes, Lanús y Lomas de Zamora adujeron por redes sociales picazón de garganta y ojos irritados. Sobre el mediodía del viernes, los bomberos lograron controlar las llamas.

La tarea de los rescatistas demandó varias horas dado que la zona es casi inaccesible. Entonces, tuvieron que recurrir a un método manual que en la jerga se denomina “chicotazo”, para el cual se utilizan largas lonjas de cuero para golpear directamente las llamas; también se usaron mochilas hidrantes para llegar al corazón del incendio a pie. Otro recurso para acceder al lugar fue la navegación con gomones del canal Pereyra, sin embargo, lo que realmente decidió las cosas en favor de los bomberos fue una copiosa lluvia que arreció en la zona metropolitana cerca del mediodía. “Fuimos alertados alrededor de las 20 (del jueves), y acudimos con una unidad desde el lado de Punta Lara y con otra de El Dique”, contó a la señal TN Leonardo Curciarello, comandante mayor de Bomberos de Ensenada.

No obstante, el problema podría persistir para las primeras horas del fin de semana ya que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó vientos moderados del sudeste; el fenómeno podría provocar que los restos de humo sigan complicando la visibilidad en la Ciudad y el sur del Gran Buenos Aires.

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