La Cámara de Representantes aprueba la primera medida para derogar ‘Obamacare’
El presidente electo Donald Trump celebra el avance del proceso para revocar y reemplazar el sistema de salud
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este viernes la medida que da luz verde al desmantelamiento de la reforma sanitaria del presidente, Barack Obama. Con 226 votos a favor y 198 en contra de la propuesta, los republicanos han conseguido ratificar el texto que aprobó el Senado en la madrugada del jueves y que da luz verde a la redacción del texto definitivo que ponga fin al sistema de salud conocido desde 2010 como Obamacare. A pesar de las dudas que habían manifestado varios congresistas republicanos por iniciar el proceso de eliminación del sistema de salud sin contar con un proyecto de ley que permita reemplazarlo, este viernes solo nueve de ellos votaron en contra.
La reforma sanitaria es ahora protagonista de la transición de poderes entre Obama y su sucesor, Donald Trump, como también lo fue durante toda la presidencia del demócrata. Los republicanos, principales opositores a una reforma que consideraron una intromisión del poder federal en competencias de los Estados, tienen ahora el respaldo y la presión de su líder, que este viernes celebró en Nueva York el avance del proceso para revocar y reemplazar el sistema de salud estadounidense.
El primer paso para en este proceso lo dio el Senado en la madrugada del jueves. Se espera que este viernes la Cámara de Representantes ratifique el texto que indica a los comités encargados de redactar el texto para revocar la legislación cuál es el marco presupuestario al que deben atenerse. El texto del Senado también recomienda el próximo 27 de enero como la fecha límite para introducir el siguiente proyecto de ley, encargado de definir los pasos concretos para desarticular cada una de las partes del sistema actual.
En las horas previas a la votación, varios legisladores republicanos habían manifestado públicamente su deseo de que ese proceso sólo arranque una vez que sus líderes o la Administración Trump tengan un plan específico para evitar el caos. El líder republicano y presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, intentó aplacar las dudas este jueves. “Este va a ser un proceso concienzudo, iremos paso a paso”, dijo durante una entrevista en CNN en la que escuchó también a ciudadanos que se han beneficiado del sistema creado por la Administración Obama. “No vamos a quitar una monstruosidad [de ley] de 2.700 páginas por otra, lo vamos a hacer de la manera correcta”.
Ryan contradijo así al presidente electo, que este mismo miércoles insistía en que el desmantelamiento de la ley actual ocurrirá “básicamente de manera simultánea” y que el nuevo sistema “será mucho menos caro y mucho mejor”. Si sirve como referencia el proceso que tuvo lugar en 2010, los demócratas tardaron más de un año en escribir, debatir, enmendar, votar y aprobar la legislación a pesar de que contaban con amplias mayorías en las dos cámaras del Congreso.
“Queremos datos más específicos. Necesitamos saber con qué lo vamos a reemplazar”, dijo ante los medios el republicano de Carolina del Norte Mark Meadows. Su compañero de partido Charlie Dent declaró a The Washington Post que tiene “serias reservas” sobre la propuesta que se vota este viernes y que no es el único que podría votar en contra.
Los obstáculos de los republicanos, sin embargo, van más allá de estas primeras dudas entre sus filas. Su estrategia de emplear leyes presupuestarias que requieren mayorías más reducidas para salir adelante, y que les servirá para desmantelar Obamacare, no funcionará a la hora de implementar uno nuevo. La ley que dé forma al sistema de salud de Trump necesitará de 60 votos que los republicanos no suman en el Senado —tienen 52— por lo que, a falta de consenso, EE UU podría quedar en un limbo de varios meses en los que no habrá marco legal para gran parte de su sistema sanitario privado.
El Comité independiente de Presupuesto Federal estima que anular sectores del sistema sanitario actual tendría un impacto económico valorado en 350.000 millones de dólares en la próxima década. La falta de alternativa, además puede dejar sin referencia tanto a las aseguradoras como a los ciudadanos estadounidenses. Se estima que cerca de 20 millones de personas que adquirieron seguros a través de Obamacare los perderán cuando los republicanos eliminen el sistema, aunque se estima que los primeros efectos no se notarán hasta el año que viene.
El desmantelamiento afectará también a aquellos Estados que accedieron a emplear fondos federales para subvencionar y gestionar el mercado de seguros médicos que se creó como parte de Obamacare. Al menos cinco de los 16 gobernadores republicanos que participaron en este sistema, según informa POLITICO, han pedido a los líderes de su partido que consideren las consecuencias que puede tener eliminar la cobertura de millones de personas. De estos gobernadores, cuatro lideran estados clave en cualquier cita electoral —Massachusetts, Michigan, Ohio y Nevada— y podrían ver descarrilar su carrera si este proceso se vuelve en su contra.
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