Un sobreviviente del tiroteo en el aeropuerto de Miami: “El portátil me salvó la vida”
Las autoridades federales de Estados Unidos afirman que "no se ha descartado" que tenga motivaciones terroristas
"La mochila y el portátil me salvaron la vida". El que habla es Steve Frappier, un superviviente del tiroteo en el aeropuerto de Florida, que ha contado a la CNN lo cerca que estuvo de la muerte. "Me caí, la mochila todavía estaba en mi espalda y me di la vuelta de tal manera que en un momento el tirador disparó hacia mí. Había una bala que rebotó", ha explicado este hombre, testigo del ataque que causó este viernes cinco muertos y ocho heridos de bala en una sala de recogida de equipajes del aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida, en el Miami metropolitano.
"No soy el tirador", la queja en Twitter de un hombre que se llama como él
"No soy el jodido tirador. El tipo pesa 165 libras y mide 5,7 (pies). Estoy en el trabajo trabajando". Esta ha sido la amarga queja en Twitter de Esteban Santiago, un usuario de la red social cuyo nombre coincide con el del hombre detenido en el aeropuerto y cuyo teléfono móvil "se ha vuelto loco" desde que se conoció la identidad.
Su tuit acumula casi 2.000 retuits y más de 3.000 me gusta. En respuesta, muchos usuarios le dan las gracias por haberles "provocado la primera risa del día" en medio de la tragedia, "como si el tirador real pudiera revisar sus cuentas de redes sociales".
Frappier ha descrito la frenética escena en la que vio cómo el tirador, con aspecto sereno y vestido con una camiseta de Star Wars, disparaba en la cabeza a otro hombre. Él estaba en el suelo protegido "como una tortuga con la mochila" sobre él, cuando sintió que algo le "golpeó la espalda". En un principio, no supo lo que había ocurrido y no se dio cuenta hasta momentos después, cuando asesino fue arrestado y él salió hacia el baño a comprobar qué era lo que había notado. Allí descubrió que a él también le había disparado. Pero no sangraba ni sentía dolor, porque la computadora que llevaba a la espalda había parado el balazo.
"En el baño comprobé que la bala había dado en mi mochila y en mi portátil", explica el testigo, que añade que dio su bolsa a los agentes del FBI para la investigación y que estos encontraron "la bala en el bolsillo" de la mochila. "La bala rebotó y aterrizó en un bolsillo interior de la mochila, podría haber sido mi espalda", comenta Frappier, que cuenta que su vuelo acababa de llegar, por lo que había metido rápidamente el ordenador en la bolsa y la había dejado abierta. Según este testigo, un individuo que "salvó a muchos" de los pasajeros, a los que advirtió de que el pistolero todavía podría estar suelto.
Otros testigos presenciales han indicado que, después de recoger su maleta, el tirador fue al baño, donde extrajo el arma que había facturado, regresó a la zona de equipajes y comenzó a disparar de manera aleatoria, pero apuntando a la cabeza de las víctimas.
El agresor ha sido identificado como Esteban Santiago, de 26 años y con un hijo, nacido en Nueva Jersey y con pasado militar. De familia puertorriqueña y criado en la isla del Caribe, sirvió seis años en la Guardia Nacional de Puerto Rico y participó alrededor de un año en la misión de Estados Unidos en Irak. Al volver se fue a vivir a Alaska y se enroló en su Guardia Nacional. Al ser detenido llevaba una credencial militar. Testimonios diversos indican que tenía problemas mentales.
Sin embargo, en una rueda de prensa ofrecida la noche del viernes en el aeropuerto donde se registró el tiroteo, George Piro, de la oficina del FBI en Miami, dijo que no se ha descartado que el incidente constituya un ataque terrorista y se estudian "todos los ángulos".
Piro ha precisado que Santiago, un exmilitar que estuvo destacado en Irak, utilizó durante el tiroteo una pistola semiautomática que transportaba en su equipaje y se entregó a las autoridades sin oponer resistencia. En noviembre pasado Santiago, nacido en Nueva Jersey, acudió a una oficina del FBI en Anchorage (Alaska), donde su "conducta errática" motivó que fuera puesto bajo custodia para una evaluación psicológica.
Según las autoridades, el exmilitar partió desde Alaska hasta Minneapolis y luego tomó otro vuelo hasta Fort Lauderdale, en el Estado de Florida, pero se desconocen las razones que le llevaron a realizar el ataque en el aeropuerto. El atacante creció en Puerto Rico, estuvo casi un año destacado en Irak, de donde volvió con desordenes postraumáticos, y se trasladó posteriormente a Alaska, donde residía con su esposa y un hijo, de acuerdo con las autoridades.
El alguacil del condado de Broward, Scott Israel, ha informado en la conferencia de prensa de que el atacante arribó a Fort Lauderdale, ciudad ubicada a 40 kilómetros al norte de Miami, en un vuelo de la aerolínea Delta y poco después abrió fuego indiscriminado en la terminal 2 que acabó con la vida de cinco personas. El tiroteo causó además ocho heridos de bala, que han sido trasladados a hospitales locales, así como contusiones y heridas menores a otras 40 personas que también han tenido que ser derivadas a centros médicos. Cinco de los ocho heridos fueron llevados al hospital Broward Health Medical Center, donde se encuentran estables, aunque dos de ellos han sido operados.
El Estado de Florida, con 20 millones de habitantes, es uno de los estados más permisivos de Estados Unidos para comprar armas y poder llevarlas encima. En junio de 2016, Omar Mateen asesinó a tiros a 49 personas en el club Pulse de Orlando antes de ser abatido.
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