Así quedan los varios frentes y alianzas de Siria tras Alepo y con el alto el fuego
El cese de hostilidades acalla los ataques en varias zonas mientras prosigue el combate contra el ISIS
La tregua anunciada por Rusia y negociada con Turquía que entró en vigor a medianoche del viernes congeló la mayoría de los frentes en los que se luchan las facciones rebeldes y el Ejército sirio. La recuperación de Alepo por soldados regulares sirios el pasado día 23 ha supuesto un punto de inflexión en la guerra. Y ha abierto fisuras y alterado alianzas tanto en el bando insurrecto como en las coaliciones internacionales y regionales.
La toma del Alepo capital apuntala la estrategia de El Asad para recuperar la Siria útil: las grandes urbes y las arterias que las conectan. En paralelo, la derrota en esa batalla ha llevado a las múltiples facciones rebeldes a iniciar negociaciones internas para crear un frente unido donde sumar fuerzas en lo político y en lo militar. “El acercamiento de Turquía con Rusia anuncia un futuro entendimiento entre Ankara y Damasco. Esto provocará tarde o temprano el colapso de las facciones insurrectas de las que es valedora”, sostiene en una conversación telefónica Basam Abu Abdalá, profesor de la Universidad de Damasco.
Entre unos frentes hoy mayoritariamente silenciados por la tregua, tiene lugar un trasvase de poblaciones provocando un cambio demográfico en el país. La guerra ha expulsado de sus hogares a un 60% de los 23 millones, cinco de esos millones ha abandonado el país. La factura económica de la contienda ronda los 170.000 millones de euros, según Abdulá al Dardari, viceministro de economía sirio y ahora alto cargo de ESCWA, un organismo de la ONU. La humana se antoja mucho más elevada con 312.000 vidas.
Principales frentes tras la batalla de Alepo
Provincia de Alepo
“El régimen ha vencido en la capital, pero tan solo controla un 15% de la provincia de Alepo”, dice desde Turquía en una conversación vía Whatsapp, Abdelmenem Zinedine, negociador y representante político de varias facciones insurrectas en Siria. La toma de la que fue la capital económica siria por parte de las tropas de El Asad, desplazó el frente de batalla hacia la periferia de la provincia homónima. La semana pasada, antes de la recién iniciada tregua, allí se agolparon milicianos que quieren derrocar a Bachar el Asad y soldados regulares presagiando meses de lucha en una región fronteriza con Turquía, y, por ende, clave para el abastecimiento de los grupos rebeldes.
Palmira
Está bajo el dominio de los yihadistas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas in inglés). Como están excluidos de la tregua porque, como la ONU, Rusia los considera grupos terroristas, el Ejército sirio prosigue los combates para expulsarlos por segunda vez de la histórica Palmira. Los importantes pozos petrolíferos y los yacimientos de gas que tienen bajo su control, más que las milenarias piedras, son clave para el sector energético de un Gobierno sujeto a una economía de guerra.
Guta, en la periferia de Damasco
El frente de Guta quedó parcialmente activo este viernes tras la entrada en vigor del cese de hostilidades. Allí las tropas sirias mantienen un cerco en una guerra de desgaste contra el principal grupo insurrecto de la zona: Jeish el Islam (facción islamista que tiene supuestamente unos 15.000 milicianos). Aunque es firmante del acuerdo de tregua, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó este viernes de “enfrentamientos armados en Guta entre combatientes islamistas y soldados regulares sirios”. La periferia de Damasco es escenario de divisiones fratricidas entre los diferentes grupos insurrectos que se también se enfrentan entre sí.
Lucha con el ISIS
En el norte del país prosiguen los combates porque Rusia y Turquía dejaron fuera de la tregua tanto al ISIS como a las milicias kurdas, provocando roces en una frágil alianza que combina a fuerzas locales, regionales e internacionales en la lucha contra el Estado Islámico.
Al Bab
En Al Bab, al noreste de Alepo, son los soldados turcos los que se baten codo a codo con facciones rebeldes aliadas en la Operación Escudo del Éufrates abriendo dos frentes simultáneos: uno contra los hombres del ISIS, y otro contra los milicianos kurdos. El enfriamiento de las relaciones entre Turquía y Estados Unidos, que discrepan profundamente respecto papel de loskurdo, ha favorecido un acercamiento turco a Moscú.
Raqa, capital del ISIS
En Raqa, capital del autoproclamado califato, la aviación de la coalición internacional liderada por Estados Unidos prosigue los bombardeos sobre posiciones yihadistas, al tiempo que avanzan por tierra las Fuerzas Democráticas Sirias (conglomerado de milicianos kurdos, árabes y turcomanos) ayudadas por un millar de soldados de élite norteamericanos, británicos y franceses.
Idlib, capital insurrecta
En este estratégico frente hoy silenciado por la tregua, previos acuerdos sellados entre facciones insurrectas y el Gobierno de Damasco han permitido el trasvase de centenares de combatientes. Los rebeldes que combatieron en Alepo, Homs y la periferia de Damasco se han desplazado a la provincia de Idlib. La capital de la provincia homónima, y única bajo control rebelde, se convierte paulatinamente en el cajón de sastre insurrecto donde van a parar facciones rebeldes dispares, y no necesariamente aliadas entre sí. “Idlib corre el riesgo de convertirse en el nuevo Alepo”, advirtió el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura. Concentrados en Idlib, los oficiales del Ejército sirio aseguran les será más fácil combatir en el futuro a los combatientes opositores en un solo frente. Mientras que los expertos vaticinan serias dificultades para una intervención internacional en una provincia donde el grupo terrorista Fatá al Sham (antigua filial de Al Qaeda) se impone como una de las principales fuerzas insurrectas.
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