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Envían a prisión al hombre acusado de violar, torturar y matar a una niña de 7 años en Bogotá

Por considerarlo un peligro para la sociedad, el arquitecto de 38 años deberá estar encarcelado durante el desarrollo del juicio

Sally Palomino
Un grupo de personas protesta frente a la clínica Navarra donde se encontraba el presunto violador y asesino de una niña de 7 años en Bogotá.
Un grupo de personas protesta frente a la clínica Navarra donde se encontraba el presunto violador y asesino de una niña de 7 años en Bogotá.Mauricio Dueñas Castañeda (EFE)

Rafael Uribe Noguera, el hombre acusado por la Fiscalía de raptar, torturar, violar y matar a Yuliana Andrea, una niña indígena de siete años, fue enviado por orden de una juez a la cárcel La Modelo, en Bogotá. Después de nueve horas de audiencia a puerta cerrada, la autoridad judicial señaló que Uribe Noguera, de 38 años y arquitecto de profesión, es un peligro para la sociedad y para la familia de la menor, por lo que deberá permanecer en prisión mientras se desarrolla el juicio que determinará su culpabilidad en este crimen que tiene conmocionada a Colombia.

El acusado permaneció varias horas en los calabozos de la policía judicial, fuertemente custodiado, a la espera de ser llevado a la cárcel, a donde llegó en un carro blindado que le fue dispuesto desde la tarde del martes, cuando salió de la Clínica Navarra, en donde estaba hospitalizado por una supuesta sobredosis de cocaína. Las autoridades han decidido disponer del vehículo y más de 50 hombres para su protección después de que una multitud tratara de lincharlo a la salida del centro médico. El reclamo para que haya justicia fue más allá de una protesta pacífica. Las puertas de la clínica fueron rotas a patadas y las autoridades tuvieron que llevar a un escuadrón antimotines para apaciguar la furia de los ciudadanos que piden que no haya impunidad.

A Uribe Noguera lo acusan de los delitos de feminicidio agravado, secuestro simple, tortura y acceso carnal violento. Además, se investiga su participación y la de dos de sus hermanos en la alteración de la escena del crimen, confirmada por la Fiscalía, según la cual la niña fue bañada y parte de su ropa tirada al inodoro. La juez reiteró que la menor fue untada con aceite y se intentó destruir la mayor cantidad de pruebas posibles. Agregó que el señalado podría influir en otros testigos por su condición económica y por esa razón debe permanecer en prisión. Debido a lo que ha generado el caso, fue puesto en un pabellón especial, para evitar, según las autoridades, que atenten contra su vida. Uribe Noguera tuvo que ser recluido en la cárcel La Picota y no en la prisión que fue ordenada inicialmente porque allí no había cupo.

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Aunque ningún abogado quiso asumir la defensa de Uribe Noguera, le fue dispuesto un defensor de oficio que intentó impedir la medida de aseguramiento, al señalar que en sus 38 años de vida, el ahora señalado de asesinar a una niña de siete años, “no se había producido ninguna tacha en su personalidad” y que esta vez era la primera que se enfrentaba a una situación así. Los argumentos sumados a la negativa de aceptar los cargos por parte del acusado no fueron suficientes para la juez, que le dio más peso a las pruebas que presentó la Fiscalía.

La familia de Yuliana Andrea ha decidido no acudir a la audiencia judicial, en donde son representados por abogados costeados por el Ayuntamiento. Las dificultades económicas de sus padres los han llevado también a pedir ayuda para poder llevar el cuerpo de la menor al Cauca, la región de donde salieron hace cuatro años desplazados por la violencia. Los vecinos y las personas cercanas a Yuliana, que no logran salir del impacto, piden que el caso no quede en el olvido por carecer de recursos económicos. María Victoria Zorro, habitante del lugar en donde fue raptada la niña, es una de las voces que reclama que no haya revictimización y que el culpable de este crimen sea responsabilizado penalmente. “Somos pobres, pero honrados. Acá nos cuidábamos entre todos, no esperábamos que entrara un tipo de clase alta a robarnos una niña y matarla. No vamos a dejar que esto quede así”, decía el lunes desde la puerta de la humilde casa en donde vivía Yuliana.

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Sobre la firma

Sally Palomino
Redactora de EL PAÍS América desde Bogotá. Ha sido reportera de la revista 'Semana' en su formato digital y editora web del diario 'El Tiempo'. Su trabajo periodístico se ha concentrado en temas sobre violencia de género, conflicto armado y derechos humanos.

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