Giuliani resurge gracias a Trump
El exalcalde de Nueva York vive de la polémica constante, como el candidato republicano al que asesora
Era la primera noche de la convención del Partido Republicano, el pasado julio en Cleveland, que nominó a Donald Trump como candidato a la Casa Blanca. El discurso de Rudy Giuliani fue el que desató más aplausos. El exalcalde de Nueva York lanzó un mensaje apocalíptico de caos y violencia en Estados Unidos. Prometió, igual que Trump, mano dura contra terroristas y delincuentes. “Sabéis quiénes sois y vamos a por vosotros”, proclamó ante un público enfervorecido.
Fue puro Giuliani, al menos el Giuliani de los últimos años: el de las polémicas, las frases estridentes, las falsas verdades… Un perfil que se asemeja al de Trump y que ha acercado a ambos. Giuliani, neoyorquino de 72 años, se ha convertido en uno de los asesores más cercanos de la campaña de Trump, neoyorquino de 70. Sueña con lograr un cargo relevante en el gobierno si el republicano gana las elecciones presidenciales del martes.
Trump ha recuperado a Giuliani. Le ha situado de nuevo en primera línea. El exfiscal fracasó en 2008 en su intento de ser el candidato republicano en las elecciones presidenciales. La tragedia del 11-S también rescató a Giuliani. Cuando se acercaba el fin de su mandato (1994-2001), polémico por las tácticas discriminatorias que rebajaron el crimen en Nueva York, los atentados dieron al alcalde la oportunidad de proyectar una imagen de unidad y calma en una ciudad traumatizada. Se le bautizó el “alcalde de América”. Entonces sonaba conciliador: pedía, por ejemplo, ser “tolerante” con la comunidad musulmana.
Lejos queda ese tono conciliador ahora. Igual que la de Trump, la suya ha sido una carrera cambiante. En sus inicios, era demócrata y elogiaba a los Kennedy. Ahora ataca a los Clinton y al presidente Barack Obama. Y, como Trump, Giuliani parece no lograr huir de las controversias. Hace unos días sugirió que agentes del FBI le comunicaron de antemano el hallazgo de los correos electrónicos relacionados con Clinton que han alterado la recta final de la campaña. Pero, al poco, el exalcalde lo empezó a matizar.
