Donald Trump se lanza a Twitter para denunciar nuevas conjuras
Fraude electoral, complot de los medios, acusaciones falsas a Clinton: las teorías conspirativas en el centro de la campaña
Donald Trump se despertó activo este domingo. En un plazo de una hora y cuarto a primera hora de la mañana, el candidato republicano a la Casa Blanca escribió tres mensajes en Twitter que apuntalan su fin de semana de descalificaciones y denuncias conspirativas sobre un supuesto complot en su contra. Y evidencian su dificultad de contenerse ante los crecientes ataques a su campaña presidencial.
La última queja de Trump tiene su origen en una imitación, la noche del sábado, en el programa Saturday Night Live sobre el debate televisivo que celebraron hace una semana él y la candidata demócrata Hillary Clinton.
En el programa, el actor Alec Baldwin imita a Trump e ironiza sobre la cascada de acusaciones sexuales en los últimos días contra el multimillonario neoyorquino. “Me encantan los niños. Los quiero tanto que me caso con ellos”, dice el personaje de Trump en un momento. En otro, asegura sobre las mujeres que le han acusado de tocarlas sin consentimiento: “Tienen que cerrar la boca”.
A las 7:14 de la mañana, Trump pidió en Twitter el cierre de Saturday Night Live por “aburrido y no divertido” y lo enmarcó en su grito de guerra contra los medios de comunicación por un supuesto fraude electoral y una cruzada contra él. La crítica supone un viraje dado que el candidato participó en ese programa el año pasado y no son una novedad las bromas de los imitadores contra él, pero la ofensiva le permite a Trump asociar el programa de NBC con el establishment que él dice denostar pese a que él trabajó para esa cadena televisiva.
A las 7:36, el republicano se refirió a las últimas encuestas que le vaticinan un declive de apoyo entre mujeres tras las últimas acusaciones sexistas. “Pueden creer que he perdido un gran número de votos de mujeres por múltiples eventos QUE NUNCA OCURRIERON”, escribió, antes de acusar de nuevo a los periodistas de una conspiración en su contra. Y a las 8:31, incidió en la idea del complot: “La elección está siendo amañada por los medios, en un esfuerzo coordinado con la campaña de Clinton, convirtiendo en noticias historias que nunca ocurrieron”, tuiteó.
Ante la irrupción del Trump más victimista, cuando las encuestas y los escándalos lo acechan, su círculo más íntimo manda mensajes contradictorios, en un reflejo de las discrepancias internas.
En una entrevista en NBC, su candidato a vicepresidente, Mike Pence, respaldó este domingo los ataques a los medios, pero dijo que aceptarán el resultado de las elecciones del 8 de noviembre. Sin embargo, Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y asesor de Trump, sugirió, en otra entrevista, que los demócratas podrían amañar la elección camuflando votos con los de gente muerta.
Por la tarde, el candidato republicano dio un paso más al atribuir, en Twitter, el ataque contra una sede republicana en Carolina del Norte a "animales" que representan a Clinton y al Partido Demócrata. Clinton ha condenado el asalto con bombas caseras.
Trump ya se pasó el sábado denunciando un complot de los medios y un supuesto fraude electoral. Y en un mitin en New Hampshire, sugirió que Clinton estaba drogada al principio del debate del pasado domingo porque se la veía muy activa mientras que en la parte final, dijo, “casi no podía llegar a su coche”.
El republicano busca así cuestionar la salud de la demócrata después de que hace un mes estuviera a punto de desmayarse en un acto público. Entonces, Trump evitó hacer un uso político de ese incidente, pero ahora casi todo le sirve para atacar a su rival. “A los atletas, les hacen un test de drogas. Creo que deberíamos pasar un test de drogas antes del debate”, dijo en referencia a la próxima cita, el miércoles, con Clinton. “Yo estoy dispuesto a hacerlo”.
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