Desde Nuevo México hasta Canadá: “Nuestro país está dividido”
Un matrimonio de Nuevo México cuenta atónito sus sensaciones políticas al atravesar EE UU en su caravana
"Salimos a finales de julio, directos hacia Canadá. Hemos cruzado toda América. Y lo que hemos visto es un país seriamente dividido: un país donde es mejor no hablar de política con quien te encuentras por la calle. Podría acabar mal". Lisa Burkstaller, de 52 años, auditora, y su marido Andy Aagaard, ingeniero electrónico, llegan desde Rosewell, Nuevo México, la ciudad que durante la Guerra Fría llegó a ser conocida por un pequeño accidente de avión que invocó a los ovnis: pero los marcianos de verdad los han encontrado en el largo viaje de las vacaciones.
Lo peor ha sido Texas y Kansas —cuenta mientras deja sueltos a sus cuatro perros por el césped de un área de servicio que se extiende a lo largo del río Mohawk, a menos de una hora en coche de Albany—. Está lleno de carteles que exaltan a Trump y de banderas del sur.
"Bajas la mirada, sonríes y sigues adelante". En su autocaravana blanca y gris, ningún signo de pertenencia: "Mejor no llamar la atención. Cuando salimos de Rosewell, alguien había vandalizado or la noche los carteles en favor de Trump expuestos en el jardín de una casa. Antes, nunca había pasado nada parecido: hasta ahora, en América, se respetaban las opiniones políticas de los demás. Pero él ha sembrado demasiado odio. Ahora tienes miedo incluso a decir quién eres y a quién votas".
Explica Andy: "Íbamos con Sanders; votaremos a Clinton. Sin ninguna pasión, pero para no dar margen a Trump". ¿Y si gana él? "América da un paso atrás: a su pasado más oscuro. Mucho peor de lo que creemos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.