El Consejo de Estado francés suspende la prohibición del ‘burkini’
La resolución de este órgano es para el municipio de Villeneuve-Loubet, pero crea jurisprudencia para el resto del país
El Consejo de Estado francés, la mayor autoridad administrativa del país, anuló este viernes el decreto de Villeneuve-Loubet, en el sur de Francia, que prohibía el burkini en sus playas. Considera que los alcaldes solo pueden restringir las libertades fundamentales en caso de “riesgo probado” al orden público. El fallo crea jurisprudencia y podría aplicarse a la treintena de localidades que se han sumado al veto, en un contexto marcado por los atentados yihadistas de julio en Niza y en Normandía. Una treintena de mujeres han sido multadas por llevar este bañador islámico, que cubre el cuerpo y el cabello, o por llevar el simple velo. Aunque solo cuatro municipios indican haber aplicado la sanción.
Los tres magistrados del Consejo de Estado recuerdan que los alcaldes tienen como misión conciliar el orden público con el respeto de las libertades fundamentales. Por ello, las medidas de restricción en el acceso a las playas y al baño deben ser “adaptadas, necesarias y proporcionales basándose en las necesidades del orden público únicamente”. Solo pueden restringir las libertades en caso de “riesgos probados” al orden público y en ningún caso basándose en “otras consideraciones”, recuerda, en una clara alusión a los principios de laicidad avanzados por varios alcaldes. El decreto municipal no menciona explícitamente el burkini, sino toda prenda que manifieste de forma “ostentosa” una pertenencia religiosa susceptible de provocar altercados.
En el caso examinado por la institución, el de Villeneuve-Loubet, “ningún elemento permite establecer que la prenda adoptada por ciertas personas para darse un baño amenace el orden público”. El contexto de los atentados yihadistas en julio en Normandía y Niza, localidad vecina de Villeneuve-Loubet, no es un elemento suficiente para justificar la posibilidad de altercados, como avanzado por la municipalidad. El decreto, por lo tanto, “ha supuesto un ataque grave y manifiestamente ilegal a las libertades fundamentales que son la libertad de ir y venir, la libertad de conciencia y la libertad personal”, sentencia.
“Ningún elemento permite establecer que la prenda adoptada por ciertas personas para darse un baño amenace el orden público.”
El Consejo de Estado, la mayor autoridad de la justicia administrativa, respondía a un recurso presentado por la Liga de Derechos Humanos, una de las principales ONG del país, y el Comité Contra la Islamofobia en Francia, en contra del decreto de Villeneuve-Loubet. Su fallo suspende de forma inmediata la prohibición en esta localidad.
No se aplica de forma automática a las otras 30 ciudades que han legislado en este sentido, la mayoría de las cuales se encuentran en la muy conservadora Costa Azul. La sentencia sin embargo crea jurisprudencia, lo cual significa que servirá de base en caso de recurrir a la justicia. Una treintena de mujeres han sido multadas con los 38 euros previstos por los decretos, según un recuento de Le Monde, que apunta a que solo cuatro de las municipalidades han aplicado la sanción. La Liga de Derechos Humanos (LDH) espera que los demás alcaldes concernidos retiren por iniciativa propia de inmediato la prohibición.
“El Consejo de Estado ha vuelto a colocar la polémica, esencialmente política, en su justa medida, la del derecho”, reaccionó el abogado de la LDH, Patrice Spinosi. El Secretario General del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), Abdallah Zekri, aplaudió una “decisión de sentido común” destinada a calmar los ánimos. Recordó el contexto de “tensión muy fuerte entre nuestros compatriotas musulmanes”, que suman entre cuatro y cinco millones de personas en Francia. Satisfecho, el presidente de honor de la LDH y jurista Michel Tubiana, apunta sin embargo al daño que se ha hecho. “Es una tema que dejará cicatrices”, avanzó. El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, toma por su parte nota del fallo y llama a todos a calmar los ánimos.
Debate abierto
La polémica que ha agitado al país durante el verano seguirá sin embargo alimentado el debate político, a menos de un año de las elecciones presidenciales. El primer ministro francés, Manuel Valls, escribió horas después en las redes sociales que la decisión legal no cierra el debate abierto en el país por una prenda que, dijo, "no es un símbolo religioso, sino la afirmación en el espacio público de un islamismo político".
El diputado y portavoz del partido conservador de Los Republicanos, Guillaume Larrivé, ha anunciado nada más conocerse el fallo su intención de presentar una propuesta de ley que ampare a los ediles que han dictado la prohibición. En relación con esta propuesta, el alcalde de Villeneuve-Loubet y diputado del mismo partido, Lionnel Lucca, señaló que se niega a suspender su decreto a la espera de la propuesta legislativa de su formación.
El ultraderechista Frente Nacional apunta, por su parte, en un comunicado, a que “la pelota está ahora en el campo de los legisladores”. Propone ampliar la ley de 2004, conocida como ley del velo y que proscribe todo “signos religioso ostentoso” de los centros de enseñanza de primaria y secundaria, a todo el espacio público.
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