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Mueren cinco militares rusos en un helicóptero derribado en Siria

El aparato cruzaba una zona rebelde tras haber transportado ayuda humanitaria a Alepo, según Moscú

El helicóptero ruso derribado en una zona rebelde de Siria.
El helicóptero ruso derribado en una zona rebelde de Siria.REUTERS

Las fuerzas de la oposición al régimen del presidente sirio Bachar el Asad continúan la ofensiva contra las tropas gubernamentales al sur y suroeste de Alepo, donde tratan de abrir una brecha que les permita llevar suministros a los sitiados en los barrios del este de la ciudad.

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El helicóptero ruso derribado en Siria

Precisamente el mismo día que Damasco celebra el 71 aniversario del nacimiento de su Ejército, los militares sirios se enfrentan en una batalla crucial para el devenir de una guerra que desangra el país desde hace cinco años. Sus aliados rusos reconocieron que por la mañana uno de sus helicópteros fue derribado a unos 40 kilómetros al sur de Alepo, en la provincia de Idlib. Sus cinco tripulantes fueron dados por muertos. Según la información oficial proporcionada por el ministerio ruso de exteriores, el aparato regresaba a la base aérea de Khmeimim, en Latakia, después de haber “lanzado ayuda humanitaria” sobre los barrios cercados en la ciudad.

Inmediatamente después de ser derribado, las redes sociales se inundaron con vídeos que mostraban, en medio de un área desértica, un helicóptero completamente calcinado y partido en dos del que apenas quedaba intacto el rotor de cola. Las imágenes, imposibles de verificar a través de fuentes independientes, también mostraban como una turbamulta profanaba los cadáveres de al menos dos de los militares rusos caídos.

Este lunes, por segundo día consecutivo, el humo negro de los neumáticos quemados para dificultar las operaciones aéreas de los rusos y las fuerzas de el Asad, invadió el oriente de Alepo. Si el domingo los medios afines a los rebeldes mostraban niños quemando las ruedas, este lunes enseñaban a mujeres cubiertas de pies a cabeza con el niqab -tradicional vestimenta islámica de color negro- y portando pancartas en las que hacían llamamientos a la resistencia.

La propaganda de los terroristas del autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) también aseguró haber cortado la carretera de Alepo a Janasser, una de las principales arterias del sur utilizada por las tropas de Asad para recibir suministros. Informaciones desmentidas por la agencia oficial de noticias siria, SANA, que hablaba de “completa normalidad” en el tráfico de la ruta.

Múltiples frentes

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, uno de los lugares donde los combates fueron más intensos fue al sur del barrio alepino de al-Hamdania, donde las tropas gubernamentales se emplearon a fondo para recuperar parte del territorio conquistado por los rebeldes el día anterior. La organización, con sede en el Reino Unido, también confirmó que la contienda se desarrolla en numerosos frentes y que se suceden los bombardeos de uno y otro lado.

En cuanto a las víctimas, la información llega con cuentagotas. La televisión pública siria se limitó a informar de que a lo largo del día los militares del régimen habían matado a decenas de terroristas y de que, en Alepo, cuatro personas habrían muerto por fuego enemigo, entre ellas tres mujeres, y veinte habían resultado heridas. Pero apenas dieron detalles, ni de lo que está pasando dentro de la ciudad, ni de la “operación humanitaria” supuestamente puesta en marcha para facilitar la salida de civiles y de la que ya nadie habla.

A pesar de la anunciada apertura de corredores por parte de Rusia y el gobierno sirio, los combates no cesan, haciendo prácticamente imposible la huida del cuarto de millón de civiles que, la ONU estima, quedan atrapados en zona rebelde al oriente de Alepo. La organización internacional trabaja contrarreloj estos días para que las partes implicadas en la contienda acepten reanudar a finales de agosto las conversaciones de paz. Un encuentro en el que el gobierno sirio ya ha dicho que sí participará, siempre y cuando no sea una conferencia internacional sino un diálogo interno entre las diferentes facciones sirias enfrentadas.

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