Reino Unido renuncia a su presidencia de turno de la UE en 2017
La primera ministra viaja esta tarde a Berlín y mañana a París, para reunirse con Merkel y Hollande
Reino Unido ha decidido renunciar a la presidencia de turno del Consejo Europeo, que le correspondía en el segundo semestre de 2017. Así se lo confirmó la nueva primera ministra británica a Donald Tusk, presidente del Consejo, en una conversación telefónica el martes por noche, según fuentes de Downing Street. Theresa May consideró que “es lo correcto”, dado que su Gobierno estará “muy ocupado con las negociaciones para abandonar la UE”, después de la victoria del Brexit en el referéndum del pasado 23 de junio.
"La primera ministra ha sugerido que Reino Unido debe renunciar a su presidencia rotatoria del Consejo, actualmente prevista para la segunda mitad de 2017, teniendo en cuenta que priorizaremos las negociaciones para abandonar la Unión Europea", explicó una portavoz del Ejecutivo de May.
Bruselas esperaba con impaciencia esta primera señal de que el Brexit va en serio. Los jefes de Estado y de Gobierno creían que el ya ex primer ministro David Cameron despejaría la incógnita en aquella cena fúnebre del 28 de junio, cuando se despidió de sus 27 colegas para siempre. Finalmente la comunicación llegó a Bruselas el pasado martes, casi un mes después del referéndum.
Pero el gesto está lejos de calmar la ansiedad de las instituciones europeas, que observan con impotencia cómo la nueva primera ministra emprende una gira por las capitales clave, sin haber activado el proceso de divorcio y sin haber visitado aún a las cabezas visibles de la UE. Fuentes del Consejo Europeo –representa a los Estados miembros- aseguran que su presidente, Donald Tusk, y Theresa May han acordado entrevistarse “pronto”, sin fijar fecha aún.
Muy distinta es la situación en el edificio opuesto al Consejo, el que alberga a la Comisión Europea. El Ejecutivo comunitario lamenta que la gobernante británica se pasee por las capitales sin invocar formalmente el trámite de separación de la UE. Y no hay prevista ninguna cita con el presidente, Jean-Claude Juncker. Bruselas confía en que ninguno de los Veintisiete acceda a negociar nada por separado con Reino Unido, pero el riesgo de que Londres trate de obtener las mejores condiciones hablando directamente con cada uno es muy elevado.
Antes de empezar en Berlín su primer viaje al extranjero como primera ministra, May protagonizó en el Parlamento británico su primera sesión de preguntas a la primera ministra. En la sesión, preguntada por el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, May no quiso comprometerse a cumplir el objetivo, reiterado por el anterior Gobierno, de reducir la inmigración neta por debajo de las 100.000 personas para antes de las elecciones generales de 2020. La primera ministra aseguró que reducir la inmigración "llevará tiempo", a pesar de que la salida de la UE podría permitir al país, como se prometió durante la campaña, recuperar el control sobre sus fronteras.
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