Las víctimas del atentado de Niza
Al menos diez niños y 20 extranjeros entre los más de 80 muertos. Hay una cincuentena de menores hospitalizados
Eran grupos de amigos que celebraban la fiesta nacional con un picnic frente al mar, familias que habían acudido para disfrutar de los fuegos artificiales o parejas con el mismo espíritu festivo. Son algunas de las 84 víctimas mortales del ataque en Niza, de las cuales 10 eran menores, según el último balance. Otras 202 personas resultaron heridas, entre ellas una treintena de menores —el más pequeño, de seis meses—; 52 víctimas se encontraban este viernes en estado crítico.
“Esto es un juego para ellos. Lo hacen en nombre de Dios... o en nombre de la política. Da igual, es cuestión de respeto. ¿Por qué nosotros? No tenemos nada que ver todo esto”, se lamenta Santi frente al hospital Pasteur de Niza, donde espera con su hija Natasha, en estado de shock. Había acudido a los fuegos artificiales con su esposa, como cada 14 de julio. El camión la arrastró por el Paseo de los Ingleses de la ciudad; falleció en el centro hospitalario.
Decenas de familiares se encontraban este viernes, como Santi, frente a este centro hospitalario, a donde llegaron la mayoría de los adultos heridos, en busca de noticias de sus seres queridos. Antoine (no quiso dar su nombre verdadero) llevaba 13 horas esperando y seguía sin noticias de su hermana, sus dos nietas, su hija y su yerno. “No sabemos si están vivos o no. Y eso es lo más duro”, se lamentaba. Otros, como Brigitte Silletta, tuvieron más suerte. Su hermano fue embestido por el camión que sembró de muerte el paseo marítimo. Le machacó los pies, pero sobrevivirá. “Para nosotros son buenas noticias, claro. Pero hay gente aquí que lo está pasando horrible”, se lamentaba ayer esta mujer.
Víctimas extranjeras
.@statedeptspox: We can confirm two U.S. citizens were killed in #NiceAttack. We express condolences to family and friends of those killed.
— Department of State (@StateDept) July 15, 2016
Sean Copeland, de 51 años, y su hijo Brodie, de 11, ciudadanos estadounidenses perdieron la vida en el ataque, según ha confirmado el Departamento de Estado de EE UU. Ambos estaban de vacaciones junto al resto de la familia en Francia, aunque habían iniciado el viaje desde España. El menor jugaba al béisbol en un equipo de Texas, el Hill Country Baseball, que ha ha publicado un mensaje de condolencia en la red social Facebook.
El presidente de Francia, François Hollande, ha informado desde Niza, donde ha visitado el Hospital Pasteur, de que hay 52 heridos que "se debaten entre la vida y la muerte" en distintos centros sanitarios.
Entre las víctimas mortales hay también un ruso, dos armenios y un ucranio, informan Le Monde y la BBC, que citan comunicados de los ministerios de Exteriores de los tres países. Asimismo, en el atentado ha muerto también una estudiante rusa identificada como Viktoria Savchenko, informa Reuters citando a la Academia de Finanzas de Moscú, donde estudiaba la víctima. No se ha confirmado que sea la misma baja comunicada por el ministerio ruso de Exteriores.
Dos alumnos y una profesora de un instituto berlinés son las tres víctimas alemanas que ha comunicado el alcalde del distrito de Charlottenburg-Wilmersdorf, donde se encontraba el centro educativo. Estaban en Niza de viaje de fin de curso. También han sido identificados entre los muertos tres marroquíes, entre ellos un niño de 13 años, según ha informado una fuente consular del país en Niza a la agencia MAP. Tres tunecinos y tres argelinos murieron también, según reporta France Press.
Fuentes oficiales suizas también han confirmado la muerte de una mujer de esa nacionalidad que, según la BBC, tenía 54 años y estaba de vacaciones con su marido, que sí ha sobrevivido. Se trata de Linda Casanova, informa el periódico The Guardian, que cita al hermano de la víctima. Entre los desaparecidos hay tres alemanes, informa la BBC, que cita fuentes oficiales germanas.
En España, la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha puesto en contacto a primera hora con los principales líderes políticos del país para informarles de la situación y de que, por el momento, no se han comprobado víctimas de nacionalidad española.
Todo tipo de traumatismos
La estampa era diferente frente a la Fundación Lenval, el centro hospitalario para menores, situado precisamente donde el homicida emprendió su carrera loca contra la multitud. Un total de 30 niños ingresaron durante la fatídica noche del jueves, de los cuales dos murieron a las pocas horas.
Aquí no esperaba ningún familiar. Solo algún miembro del personal médico salía de vez en cuando a tomar un poco el aire. “Los padres están en estado de shock, muchos no pueden ni hablar. Están protegidos dentro, donde tenemos dos salas habilitadas con dos psicólogos en cada una para atenderles”, explica Stéphanie Simpson, portavoz del hospital. “Han sido ingresados niños y adolescentes de todas las edades, el más pequeño es un bebé de seis meses”, añade. Uno de los menores, de unos diez años, estaba en reanimación y todavía no había sido identificado. “Sufren todo tipo de traumatismos y fracturas importantes”, constata.
Entre los fallecidos se encontraban François y Christiane Locatelli, una pareja de jubilados de vacaciones en la Costa Azul con su hija, Véronique Lion, de 55 años, y su nieto, Michaël Pelligrini, de 28 años, según recoge el diario Républicain Lorrain. Otra de las víctimas mortales es Fatima Charrihi, una francesa de origen musulmán hijo Hamza en el Centro Universitario Mediterráneo, que ha sido habilitado para acoger a los familiares de las víctimas.
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