Theresa May se aleja de Cameron y se encomienda a los eurófobos
La nueva primera ministra británica carga la responsabilidad del Brexit sobre quienes lo defendieron y prescinde de figuras clave del anterior equipo
La rápida coronación en Reino Unido cerraba una incertidumbre pero abría otra. Sin campaña, sin debates y sin programa, Theresa May llegaba a Downing Street rodeada de un misterio que se ha ido desvelando en su primer día al frente del país. Su discurso el miércoles apuntaba a un giro al centro en lo social. Y la formación de su Gobierno ofrece otras dos claves: carga sobre los euroescépticos la responsabilidad del Brexit, y rompe ostensiblemente con el proyecto de Cameron, prescindiendo de algunas de sus piezas claves.
El nuevo Gobierno tiene siete partidarios del Brexit frente a los cuatro que tenía el Gabinete anterior. Pero lo más relevante es que serán euroescépticos quienes ocupen los tres cargos más directamente relacionados con la negociación de la salida de la UE, el tejido de las nuevas relaciones comerciales y estratégicas y, en suma, la definición de la nueva realidad internacional del país. David Davis, veterano diputado para quien la ruptura con la UE ha sido casi una obsesión, será el encargado de negociar la salida de la UE, al frente del nuevo Ministerio del Brexit. Boris Johnson, la estrella de la campaña victoriosa en el referéndum, es el flamante ministro de Exteriores. Y Liam Fox, euroescéptico y altlanticista convencido, ostenta la nueva cartera de Comercio Internacional.
También encontró ayer un sitio en el Gobierno otra acérrima euroescéptica: Andrea Leadsom, la última contrincante de May en la contienda por el liderazgo, cuya retirada le abrió prematuramente las puertas de Downing Street y privó a la militancia de la posibilidad de elegir a su primera ministra. La diputada, que entró en la lucha personal al sugerir el hecho de ser madre la convertía en más capacitada que May para dirigir el país, portará a cartera de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales. Será Leadsom quien deba desenredar del tejido europeo al estratégico sector de la agricultura, tan dependiente de la normativa y los subsidios comunitarios. Ahora deberá cumplir su promesa, formulada durante la campaña del referéndum, de que abandonar el bloque no perjudicaría a los granjeros.
May defendió la permanencia en la UE pero, tras pronunciarse el pueblo en referéndum, reconoció que “Brexit significa Brexit” y que no hay marcha atrás. De modo que la lectura de estos nombramientos es clara: aquellos que llevaron al país a esta situación serán quienes deban cumplir las promesas que hicieron y asumir las responsabilidades por el resultado final de las negociaciones.
La otra clave del Gobierno de May es el profundo cambio de régimen. De los 22 puestos anunciados hasta ayer, solo tres permanecen en las mismas manos: las de Jeremy Hunt, Michael Fallon y Alun Curtis, que continúan al frente de Sanidad, Defensa y la oficina de Gales, respectivamente.
Lo más llamativo es el despido de George Osborne, mano derecha de Cameron, que sale del Gobierno entregando su cartera de Economía a Philip Hammond, hasta el miércoles al frente del Foreign Office. La salida de Osborne de Economía, criticado por su supuesta exageración de las cifras económicas del Brexit durante la campaña, era predecible. Pero el hecho de que no se le haya ofrecido otro puesto clave, como la cartera de Exteriores, supone un menosprecio al equipo de Cameron que Theresa May deberá gestionar adecuadamente para asegurar su propósito de unir al partido y curar las heridas. Conviene recordar que los conservadores tienen una mayoría absoluta de apenas 12 escaños, que desaconseja forjarse enemistades entre los diputados de más peso.
Tampoco hay sitio en el nuevo Ejecutivo para Michael Gove, el otro gran líder, junto a Boris Johnson, de la campaña por el Brexit. La doble traición a sus dos aliados políticos, primero a Cameron y luego al propio Johnson, deja fuera del Gobierno a uno de los ideólogos del nuevo conservadurismo. Cede su cartera a Liz Truss, antes al frente Medio Ambiente, la primera mujer al frente de Justicia.
El despido de Gove fue el primer gran despido anunciado ayer. Le siguieron John Whittingdale, hasta ahora el frente de cultura y enfrentado a la BBC por su limitadora visión del ente público, y Nicky Morgan, que se mostró “decepcionada” en Twitter tras perder la cartera de Educación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.