Netanyahu refuerza la inversión en las colonias judías de Cisjordania
La Organización para la Liberación de Palestina acusa a Israel de “sabotear” las iniciativas de paz
No son sumas ingentes, pero representan un desafío al resto del mundo. El Gobierno israelí aprobó ayer una inversión de 72 millones de shequels (16,5 millones de euros) en los asentamientos judíos de Cisjordania alegando razones de seguridad, aunque en realidad se trata de partidas destinadas en su mayor parte a fomentar el desarrollo económico de las colonias en los territorios ocupados, donde viven más de 600.000 israelíes si se incluye Jerusalén Este.
Desde su reelección como primer ministro en marzo del año pasado, Benjamín Netanyahu ha destinado ya más de cien millones de euros a incrementar el gasto en los asentamientos, considerados ilegales por la comunidad internacional. Estados Unidos y la Unión Europea mantienen que la expansión de las colonias judías supone uno serio escollo para un acuerdo entre israelíes y palestinos basado en la solución de los dos Estados. En un comunicado, Netanyahu definió el programa de inversiones como “un plan de asistencia para apoyar a las comunidades [israelíes] en Judea y Samaria [nombres bíblicos de la actual Cisjordania], reforzar su seguridad e impulsar el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas”.
El secretario general de la OLP, Saeb Erekat, tachó la medida de “bofetada en la cara a una comunidad internacional (…) que debe asumir sus responsabilidades frente a un Gobierno extremista que apoya abiertamente el apartheid”. “Israel está haciendo todo lo posible para sabotear los esfuerzos que buscan una paz justa y duradera”, apostilló el negociador jefe palestino.
El anuncio de la asignación de nuevos fondos para los asentamientos se produce tres días después de que los dos anteriores ministros de Defensa, los exgenerales Ehud Barack y Moshe Yaalon, alertaran en sendos discursos sobre la deriva extremista del Gabinete de Netanyahu, a quien consideran cautivo de los intereses de los colonos.
El partido nacionalista religioso Casa Judía, que concentra el voto de los israelíes que viven en territorios palestinos ocupados, resulta clave para garantizar la mayoría parlamentaria de la coalición en el poder y controla los ministerios de Educación, Justicia y Agricultura. Desde la oposición, el diputado laborista Amir Peretz acusó al Gobierno de “derrochar dinero en los asentamientos” por intereses políticos.
La prensa israelí se apresuró a mostrar que menos de una cuarta parte de las partidas tenían que ver con la seguridad. El grueso del gasto aprobado se adscribe a los departamentos de Educación y Agricultura, así como a un programa de construcción de hoteles para impulsar el turismo en los asentamientos.
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