Obama exhorta a Europa a seguir unida y a gastar más en defensa
"Europa ha sido en ocasiones autocomplaciente con su propia seguridad", dijo el presidente de EE UU
Barack Obama abandonó el lunes Europa con un doble mensaje para los líderes del continente: Estados Unidos desea una UE fuerte y unida, pero también una que aumente su gasto en defensa para responder a las amenazas a las que se enfrenta. En medio de un discurso encendidamente europeísta, el presidente de EE UU reprochó a sus anfitriones haber dejado en manos de otros la difícil tarea de garantizar la seguridad. “Seré sincero. Europa ha sido en ocasiones autocomplaciente con su propia defensa”, dijo en Hannover, al norte de Alemania.
Los mensajes de la gira europea
- Si Reino Unido abandonara la UE se colocaría "al final de la cola" para alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos.
- Angela Merkel ha sabido en la crisis de refugiados tomar medidas "difíciles" y mostrar preocupación humanitaria y práctica. "Está en el lado correcto de la historia", dijo.
- "He venido al corazón de Europa para decir que Estados Unidos y todo el mundo necesita una Europa fuerte, próspera, democrática y unida", expresó Obama.
Hannover, una ciudad de poco más de medio millón de habitantes, acaba de vivir el mayor despliegue de seguridad de su historia. La visita de dos días del presidente de EE UU comenzó el domingo. Entonces, cuando los vecinos comenzaban a acostumbrarse al zumbido de los helicópteros y a los cortes de tráfico, Obama inauguró la feria industrial más importante del mundo. Quería mostrar la importancia de las relaciones económicas entre EE UU y Alemania e impulsar de paso un tratado de libre comercio con la UE que parece renquear. El lunes volvió a la feria para lanzar un mensaje que más tarde, en una minicumbre improvisada por la canciller Angela Merkel, repetiría a los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia: Europa debe hacer honor a sus compromisos.
Recordó los retos a los que se enfrentan los países de la OTAN, desde la lucha contra el extremismo violento en Afganistán hasta el negocio del tráfico de personas en el Egeo, pasando por las garantías para defender el eje oriental de Polonia, Rumania y los Bálticos. Y, por encima todo, luchar contra los yihadistas del autoproclamado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), que Obama definió como “la amenaza más urgente a nuestras naciones”.
“Es por ello que cada miembro de la OTAN debe contribuir con su parte proporcional, un 2% del PIB, algo que no siempre ocurre”, aseguró Obama en una crítica poco velada. Escuchándole estaba Merkel, la jefa de Gobierno de un país que destina a seguridad un 1% del PIB. De los socios de la UE, solo Reino Unido y Grecia superaban en 2014 el umbral del 2%, objetivo al que los socios de la OTAN se han comprometido a lograr en 2024.
Al margen de esta llamada de atención, Obama llevó palabras amables para sus anfitriones. Definió el proyecto europeo como “uno de los logros políticos y económicos más grandes de la época moderna”. “He venido al corazón de Europa para decir que EE UU y todo el mundo necesita una Europa fuerte, próspera, democratica y unida. A veces hace falta un extranjero para recordaros la magnitud de lo que habéis conseguido” dijo entre los aplausos de un público mayoritariamente joven. También alertó contra el auge del populismo o, como él lo definió, contra aquellas voces “que hablan alto” y que ofrecen soluciones en contra de un continente unido, pacífico, liberal, plural y volcado en el libre mercado. “Este es un momento que marcará una época. Lo que pase en Europa tendrá consecuencias en todo el mundo”, aseguró.
Tras el discurso en la feria, Obama y Merkel fueron al palacio de Herrenhauser, donde se encontraron con el presidente francés, François Hollande, y los primeros ministros de Reino Unido, David Cameron, e Italia, Matteo Renzi. Tras la reunión, los cinco líderes apelaron a todas las partes involucradas en la guerra siria para que “respeten el acuerdo de cese de hostilidades, aseguren el acceso humanitario y contribuyan al éxito de las conversaciones de paz de Ginebra”, según un comunicado de la Casa Blanca.
Más soldados en Siria
Horas antes, Obama había anunciado que EE UU reforzará su presencia en Siria con 250 soldados para formar a las fuerzas que luchan contra los yihadistas de ISIS. Estas nuevas tropas se unirán a los 50 miembros de las fuerzas especiales desplegados allí desde finales de año.
La reunión con los cinco líderes es el punto final de una gira en la que Obama ha llevado a Europa un puñado de mensajes políticos: la defensa de la permanencia del Reino Unido en la UE, el impulso al tratado de libre comercio que negocian Bruselas y Washington, el respaldo a la política de refugiados de la canciller Merkel y, ahora, la necesidad de una mayor involucración en las tareas de defensa y la lucha contra el ISIS.
La última visita de Obama a Alemania como presidente ha mostrado también una interesante evolución en su relación con el país que ha visitado cinco veces. En las calles ya no queda ni rastro de la Obamanía que recorrió Berlín en 2008, cuando aún era candidato a presidente. Su relación con los ciudadanos se ha enfriado, pero ha mejorado considerablemente la que tiene con Merkel, que era muy fría al principio de su mandato. Obama bromeó con que su única pena era no haber estado en el Oktoberfest. “Así que tendré que volver. Y sospecho que será mucho más divertido si ya no soy presidente”, concluyó.
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