La fiscalía de La Haya recurrirá la absolución del ultranacionalista serbio Seselj

Serge Brammertz, fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) anunció este miércoles que recurrirá la absolución del líder ultranacionalista serbio Vojislav Seselj, al que había acusado de nueve cargos de crímenes de guerra y contra la humanidad perpetrados en la guerra de los Balcanes. Brammertz asegura en un duro comunicado que los jueces “erraron en su labor al no haber distinguido entre el objetivo político último del procesado [la limpieza étnica] y los medios delictivos empleados por otros para lograrlo”.

El fiscal considera “poco razonable que dos de los tres miembros de la sala creyeran que expulsar a civiles bosnios y croatas de su tierra fuera un acto humanitario. Que los discursos incendiarios protagonizados por Seselj supongan una mera arenga militar, y el despliegue de fuerzas dispuestas a aplicar medidas drásticas sea una protección para los serbios”. Dictado la semana pasada, el fallo causó consternación entre las víctimas. El primer sorprendido fue Seselj, que esperaba una condena de al menos 25 años. La fiscalía había pedido 28.

Flavia Lattanzi, la jueza discrepante que formaba parte de la sala que absolvió a Seselj, señaló que sus colegas “no evaluaron correctamente el apoyo moral prestado por el acusado con sus encendidas palabras a la comisión posterior de crímenes contra las comunidades no serbias”. Para los otros dos jueces, sin embargo, era un ideólogo, pero no comandaba las tropas. Decidieron absolverle porque les pareció una figura secundaria. “Es una vergüenza para el Tribunal y una derrota para la fiscalía. Seselj nunca ha mostrado remordimientos, y ahora quema banderas de Croacia”, dijo Tihomir Oreskovic, primer ministro croata al conocer el fallo.

De 61 años, Seselj es fundador y presidente del Partido Radical Serbio y fue vicepresidente serbio bajo el mandato del presidente Slobodan Milosevic. Considerado como el verdadero intelectual del Gobierno, Milosevic se deshizo de él cuando le pareció demasiado violento. Enfermo de cáncer, en 2003 Seselj se entregó voluntariamente al TPIY. En 2015, obtuvo permiso para regresar a su país y recibir allí tratamiento. La fiscalía se opuso, pero el TPIY impuso una serie de condiciones, entre ellas, que no se metiera en política y volviera en cuanto se lo ordenaran. Nada más aterrizar en Belgrado, anunció: “no pienso retornar; que vengan a buscarme”. Por eso el fallo absolutorio fue leído en su ausencia. Durante los 12 años que permaneció encerrado, mantuvo dos huelgas de hambre y le condenaron por desacato por intimidar a los testigos. A dichos retrasos se añadió su desafío al Tribunal, que nunca reconoció y al que se dirigió siempre en tono despreciativo. El pasado jueves, nada más saber que estaba libre, dijo que pediría 16 millones de dólares por daños y perjuicios.