Juncker culpa a los socios de pasividad contra el terrorismo
La Comisión pide una Unión de la seguridad y exige estrechar la colaboración entre los servicios de inteligencia
Día de luto, de declaraciones altisonantes, de grandes gestos y promesas en Bruselas. E incluso de mayúsculos e inesperados reproches: el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker cargó contra los Veintiocho por su pasividad en relación con la amenaza terrorista. “El problema está ahí desde hace años. Si los Estados miembros hubieran aplicado los planes que aprobamos [tras el atentado de París, en noviembre] no estaríamos como estamos a día de hoy”, y quizá “no estaríamos ante acontecimientos tan trágicos”, dijo.
Juncker afeó la jugada a los Estados miembros, a los lobbies e incluso al Parlamento Europeo, en un discurso ante la prensa tan escueto como cargado de pólvora. Acompañado por el primer ministro francés, Manuel Valls, reconvino a los Veintiocho y al Consejo Europeo: “Si todos los Gobiernos hubieran aplicado las propuestas de la Comisión Europea, la situación no sería la de hoy”. El jefe del brazo Ejecutivo de la UE apuntó que Bruselas hizo una propuesta “ambiciosa” en diciembre, en relación al refuerzo de las fronteras exteriores de Europa, que se ha quedado medio varada en el Consejo, por la renuencia de los Gobiernos. Su equipo precisó que hay planes paralizados en otras áreas relacionadas con la seguridad y la lucha antiterrorista, aunque ha habido ciertos progresos.
Juncker criticó también al Parlamento por no terminar de aprobar el registro de pasajeros aéreos en la UE, que se aceleró después de París pero aún no tiene luz verde definitiva. Y censuró a los lobbies por poner obstáculos a la Directiva sobre control de armas. “Francia hizo peticiones, la Comisión hizo propuestas y los Gobiernos debieron haber tomado conciencia del problema antes de que se produjeran estos acontecimientos trágicos”, zanjó. Juncker reclama una “Unión de la seguridad”, a la altura de la Unión Económica y Monetaria.
A su lado, Valls lanzó también alguna que otra saeta: “Estamos en guerra”, repitió en dos ocasiones, “y en los próximos años los socios de la UE tenemos que invertir masivamente en sistemas de seguridad adecuados ante la amenaza a la que nos enfrentamos”. Los Veintiocho invierten sistemáticamente por debajo de EE UU en sus sistemas de defensa y seguridad, como ha denunciado en varias ocasiones la OTAN.
Obama: “Es muy importante no responder con miedo”
El presidente Barack Obama pidió este miércoles no reaccionar irracionalmente a la amenaza terroristas. “Es muy importante no responder con miedo”, dijo Obama en una rueda de prensa en Buenos Aires junto a su homólogo argentino, Mauricio Macri.
El demócrata Obama dijo que su primera prioridad es derrotar al Estado Islámico (ISIL o ISIS). Pero añadió que el ISIS no representa una amenaza existencial para EE UU y que la clave es evitar reacciones atolondradas y contraproducentes. Citó entre estas la idea, mencionada por algunos candidatos republicanos a sucederle, de arrasar con bombardeos los territorios del Estado Islámico en Oriente Próximo.
Obama cree que las respuestas poco meditadas pueden ser no sólo contrarias a los valores de EE UU, sino también acabar reforzando a los terroristas.
Tras los atentados del martes en Bruselas, el senador Ted Cruz, aspirante a la nominación del Partido Republicano a la Casa Blanca, ha propuesto la creación de patrullas para vigilar barrios musulmanes.
"Acabo de salir de un país que practica este tipo de vigilancia de barrio", dijo en alusión a Cuba, anterior etapa, antes que Argentina, del viaje de Obama por América Latina. "Por cierto, es el país del que el padre del senador Cruz escapó para ir a América, la tierra de los libres". / M.B / C.E.C.
Más allá del mensaje político a los Estados, la Comisión se esforzó en dar un mensaje de normalidad: ha reforzado las medidas de seguridad, “pero el trabajo continúa; la vida sigue”, dijo la vicepresidenta Kristalina Georgieva. Un tercio de los funcionarios comunitarios se quedaron este miércoles en casa, pero el resto fue a trabajar como cualquier día.
Tras las muestras de luto y solidaridad relacionadas con los atentados terroristas, resurge siempre la gran cuestión: el equilibrio entre libertad y seguridad. Tanto Bruselas como París ponen ahora el énfasis en la seguridad. Juncker reclamó “un aumento de la colaboración entre los servicios secretos europeos”, y lamentó que esa sea una petición típica del día después de un atentado —como sucedió después del 11-S, después del 11-M, tras los atentados de Londres y tras los más recientes de París—, que después se queda en agua de borrajas “a pesar de las evidencias de que esa cooperación sería muy útil”.
Lagunas de confianza
Se repite la secuencia de los atentados de París: además de pedir más cooperación en lo relativo a inteligencia, el comisario Dimitris Avramopoulos anunció la convocatoria de una reunión urgente de ministros del Interior, que se celebrará este jueves para coordinar la respuesta europea al terrorismo. Al igual que Juncker, Avramopoulos hizo un llamamiento para “reforzar la coordinación y el intercambio de información entre los servicios de inteligencia”, pero reconoció que “hay una laguna de confianza” que impide una colaboración mayor.
El comisario dejó un último mensaje ante las reacciones de la extrema derecha, que vincula la inmigración masiva de los últimos meses y los ataques terroristas. “Las personas que llegan a Europa huyen del mismo terror que nos ha golpeado en Bruselas”, subrayó. “Estamos ante un desafío y nuestra reacción no puede ser el pánico”, cerró. “Los extremistas religiosos no hablan por una religión entera”, añadió Georgieva.
Polonia rechazará a los refugiados tras los ataques
La primera ministra polaca, Beata Szydlo, sostuvo este miércoles, un día después de los ataques terroristas en Bruselas, que Polonia no puede acoger más solicitantes de asilo: “La Unión Europea acordó resolver el problema de las migraciones a través de la reubicación, aunque tengo que decir claramente que ahora no veo posible acoger a migrantes en Polonia”.
El anterior Gobierno polaco se había comprometido a aceptar a más de 7.000 solicitantes dentro del sistema de cuotas de refugiados establecido por Bruselas. Tras la victoria en las elecciones del pasado octubre del partido ultraconservador Ley y Justicia, quedó en el aire si el nuevo Ejecutivo estaría dispuesto a cumplir el acuerdo.
Primero, Szydlo dijo que Polonia aceptaría la cuota de refugiados bajo ciertas condiciones, pero en los últimos días se ha mostrado en contra de ese compromiso y de la fórmula de reubicación de los refugiados procedentes de Siria y Eritrea.
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