Las mentiras de Donald Trump
El candidato republicano acostumbra a repetir afirmaciones falsas
El candidato republicano con mejores opciones para lograr la nominación de su partido acostumbra a repetir en discursos, debates y entrevistas afirmaciones falsas. Este hábito ayudó a ganar el premio a la Mentira del Año 2015, otorgado por la web de fact-checking Politifact. Esta organización, ganadora de un premio Pulitzer por su labor para detectar el grado de verdad detrás de las afirmaciones de los políticos, ha recopilado algunas de las mentiras más graves de Donald Trump, el empresario convertido en político que se defiende afirmando que “puedes decir algo que sea 100% correcto y te lo convertirán en mentira”.
El nivel de desempleo
“Nuestro nivel real de desempleo está entre el 18% y 20%. Nunca se crean el 5,6%. Nunca se lo crean”, dijo Trump cuando anunció su candidatura. Meses después, afirmó que “hay 93 millones de personas sin trabajo. Buscan un empleo, se rinden y de repente, estadísticamente son considerados como empleados”. En una entrevista con Sarah Palin, candidata a la vicepresidencia en 2008 junto a John McCain, Trump añadió que no cree “que la Casa Blanca esté diciendo la verdad sobre el estado de la economía. La Casa Blanca no es honesta”.
Las cifras del Departamento de Estadísticas Laborales halladas por Politifact apuntan a 40,5 millones de desempleados entre 25 y 64 años. Si se elimina además el número de estadounidenses en edad laboral pero que nunca han buscado un trabajo y los empleados a tiempo parcial, el número desciende a algo más de 21 millones, muy lejos de los 93 que dice Trump.
Los impuestos
“Somos el país con impuestos más altos del mundo”, dice Trump cuando ataca la supuesta falta de creación de empleo en Estados Unidos, algo que niegan las estadísticas de los últimos años. El candidato quiere recortar impuestos a las empresas y a la clase media. Según los datos del Banco Mundial consultados por Politifact, apenas hay un puñado de países con impuestos más bajos que Estados Unidos.
El declive de las infraestructuras
“Somos como un país del Tercer Mundo. Nuestros aeropuertos, carreteras y puentes se caen. El 61% de nuestros puentes están en peligro. ¿Se lo pueden creer? Conducimos por un puente y está en peligro”. Este es uno de los argumentos con los que Trump apela a su experiencia en el sector inmobiliario para prometer a los votantes que recuperará con la misma “efectividad” —también ha sido cuestionada— las infraestructuras públicas de Estados Unidos. El candidato, sin embargo, habla de un 61% que no se acerca a la verdad. Según la Administración Federal de Autopistas, consultada por Politifact, la cifra real es que un 24% de los puentes son “deficientes”.
Musulmanes de Nueva Jersey celebraron el 11-S
“Yo vi cuando se cayó el World Trade Center y vi en Jersey City cómo miles y miles de personas celebraban mientras se derrumbaba el edificio. Había miles de personas celebrando”. Cuando la web de fact-checking —y varios medios— lo pusieron en duda, Trump insistió en FOX que “ha sido confirmado por cientos de personas” que había musulmanes “bailando sobre los tejados y en las calles”. El candidato reconoció finalmente que la cantidad de gente era lo de menos, pero que “las celebraciones por todo el mundo revelan que hay algo fundamentalmente mal”.
“Nunca pedí que expulsaran a Megyn Kelly”
La referencia del candidato republicano al hecho de que la moderadora de FOX “estaba sangrando por su… lo que sea” después de un debate protagonizó una de las primeras polémicas de la campaña. Trump sostiene repetidamente que nunca exigió que ella no volviera a participar en un evento, pero sus tuits y varios mensajes de miembros de su campaña dicen lo contrario, llegando incluso a amenazar a FOX News de que no tendría récords de audiencia si no fuera por la participación del magante. “Megyn Kelly es realmente injusta conmigo, todo el mundo lo sabe. ¿De verdad creen que puede ser imparcial conmigo?”, preguntó en este vídeo de Instagram en el que preguntó a sus seguidores si debía participar. Finalmente, decidió que no.
El certificado de nacimiento de Obama
“Recuerden fue Hillary Clinton quien lanzó el movimiento ‘birther’ en 2008”, tuiteó Trump en septiembre del año pasado. Hacía referencia a la iniciativa para que la Casa Blanca publicase el certificado de nacimiento de Obama y para demostrar que había nacido en Estados Unidos y que su presidencia era por tanto legal. Trump, como gran parte del Tea Party, sostuvo durante meses que el presidente nació en Kenia. A pesar de que el año pasado intentó atribuir la responsabilidad a Clinton, no hay pruebas que le vinculen con tales acusaciones.
Competencia en el sector inmobiliario sirio
“El terrorismo islámico está destruyendo gran parte de Oriente Medio. Se han hecho ricos y yo compito contra ellos”, aseguró Trump en referencia al Estado Islámico. “Acaban de construir un hotel en Siria. ¿Se lo pueden creer? Han construido un hotel”. Así describió Trump el nuevo reto a su imperio inmobiliario —establecido principalmente en Manhattan, Nueva York— a pesar de que Politifact sólo encontró pruebas de que el Estado Islámico había ocupado, no construido, un hotel de cinco estrellas en Mosul. La ciudad está además en Irak, no Siria.
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