Apple respalda que una comisión analice los límites de la encriptación
Pero la compañía pide que el Gobierno deje de exigirle acceso al iPhone del tirador de San Bernardino
Apple mantiene firme su pulso con las autoridades estadounidensesque le reclaman que desbloquee el iPhone del tirador de San Bernardino. Pero está dispuesta a un compromiso. Según anunció este lunes, la compañía aceptaría colaborar con una comisión de expertos en tecnología y seguridad, pero también en libertades fundamentales, que analice el alcance y límites de la encriptación y las posibilidades de un acceso regulado a dispositivos electrónicos como los que fabrica. Eso sí, siempre y cuando el Gobierno deje de intentar obligarle a que le abra una puerta trasera a su sistema de encriptación.
“Nuestro país siempre ha sido más fuerte cuando nos unimos”, razona Apple en su página web.
“Sentimos que la mejor solución sería que el Gobierno retire sus demandas y que, tal como han propuesto algunos miembros del Congreso, se cree una comisión o panel de expertos en inteligencia, tecnología y libertades civiles que discutan las implicaciones legales, para la seguridad nacional, la privacidad y las libertades personales”, agrega el escrito de la compañía, que asegura de inmediato: “Apple estaría encantado de participar en un esfuerzo de este tipo”.
Ese panel de expertos aún no existe, pero varios legisladores norteamericanos llevan semanas proponiendo su creación —aun antes de que surgiera la disputa entre Apple y el FBI— y se espera que revelen los detalles en un acto este miércoles en Washington. Según dijo a mediados de enero uno de los promotores de la iniciativa, el congresista republicano Michael McCaul, se trata de buscar una fórmula que permita vigilar las comunicaciones encriptadas de presuntos terroristas sin que haya que obligar a las empresas a crear “puertas traseras” en sus dispositivos.
“Creo que hay una solución tecnológica para que se proteja la privacidad a la par que se proporciona seguridad cuando tenemos una causa probable que amerite obtener una orden judicial” para acceder a las comunicaciones de un sospechoso, dijo el presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes. Según adelantó durante una charla en un laboratorio de ideas en Washington, la propuesta de ley que está preparando junto con el senador demócrata Mark Warner prevé crear esta comisión de expertos que informe al Congreso de igual forma que hizo la Comisión del 11-S para “proporcionar una solución tecnológica a este problema”. Porque el problema, subrayó, es que en la actualidad Silicon Valley y los agentes del FBI, la NSA o del Departamento de Seguridad Nacional “no están hablando entre sí” para buscar una solución consensuada.
Apple se negó la semana pasada a cumplir el fallo de una juez que le ordenó ayudar al FBI a desbloquear y acceder al teléfono iPhone usado por uno de los dos autores del tiroteo de diciembre en San Bernardino (California), en el que murieron 14 personas. Los investigadores creen que el iPhone contiene información que puede resultar crucial para las pesquisas. La compañía se opone a la orden, que define "un paso sin precedentes" y que considera "una amenaza para la seguridad" de sus clientes. Tras la negativa de la compañía, el Departamento de Justicia acusó a Apple de negarse a colaborar por “márketing”.
Un precedente “muy peligroso”
El director del FBI, James Comey, afirmó el domingo que el objetivo de la agencia federal se limita a hacer justicia para las víctimas de San Bernardino. “Solo queremos la posibilidad, con una orden de registro, de intentar adivinar el código de acceso del terrorista sin que su teléfono se autodestruya y sin que nos lleve una década hallar la contraseña correcta. Eso es todo. No queremos desbaratar la encriptación de nadie o dejar suelta una llave maestra”, subrayó en un artículo publicado en el blog del FBI.
Un razonamiento que sigue sin convencer a Silicon Valley. En su escrito, titulado “respuestas a vuestras preguntas sobre Apple y la seguridad”, la empresa justifica su negativa a ofrecer al FBI una “puerta trasera” al iPhone del tirador de San Bernardino. Aunque dice que “técnicamente” es posible crear un sistema operativo como el que requeriría cumplir esta orden, subraya que hacerlo es “demasiado peligroso”. Según alega, ello tendría dos implicaciones “importantes y peligrosas”. De un lado, explica, de doblegarse Apple debería crear “un sistema operativo totalmente nuevo para el uso del Gobierno”. En un mundo donde los usuarios introducen cada vez más información confidencial en sus dispositivos electrónicos como el teléfono móvil, “sería un error debilitar de forma intencionada nuestros productos” por orden del gobierno. “Si perdemos el control sobre nuestros datos, ponemos en riesgo tanto nuestra privacidad como nuestra seguridad”, alerta.
El segundo argumento mira más al futuro y al “precedente legal” que implicaría aceptar la orden judicial y que “ampliaría” los poderes del gobierno. “Sencillamente, no sabemos a dónde nos llevaría eso. ¿Debería permitírsele al Gobierno que nos ordene crear otras capacidades de vigilancia, como grabar conversaciones o poder hacer un seguimiento de localización?”, se pregunta Apple. Su respuesta es rotunda: “Esto sentaría un precedente muy peligroso”.
En un memorando enviado igualmente este lunes a sus empleados, el presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, también insistió en que la disputa de la compañía con las autoridades va “mucho más allá que un solo teléfono o una sola investigación”.
“Lo que está en juego es la seguridad de los datos de cientos de millones de ciudadanos que cumplen la ley y el crear un precedente peligroso que amenaza las libertades civiles de todos”, subrayó Cook, según la agencia Reuters.
Desde Barcelona, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, reafirmó este lunes su apoyo a Apple en su pulso legal.
“No creo que las puertas traseras para saltarse la encriptación hagan el mundo más seguro. Estamos muy cerca de Apple en este aspecto”, dijo Zuckerberg, informa Rosa Jiménez Cano.
Los estadounidenses apoyan al Gobierno frente a Apple
Puede que Apple esté dispuesta a erigirse en la salvaguardia de la privacidad en la era de los datos globales. Y puede que cuente con el apoyo cerrado de Silicon Valley. Pero en el pulso que mantiene con el FBI, negándose a desbloquear el acceso a un iPhone del terrorista de San Bernardino, la opinión pública está mayoritariamente del lado de las autoridades y no del gigante de la tecnología.
Según una encuesta del Pew Research Center, el 51% de los consultados considera que Apple debería desbloquear el iPhone en disputa para ayudar a la investigación del FBI sobre la matanza terrorista de diciembre, que dejó 14 muertos. Solo un 38% de los encuestados apoyó la negativa de la compañía y su argumento de que rechaza cumplir la petición de las autoridades para salvaguardar la información de sus usuarios. Ni siquiera sumando el 11% de indecisos lograría Apple equilibrar la balanza.
La encuesta fue realizada por el Pew Center del 18 al 21 de febrero entre 1.002 adultos de todo Estados Unidos. Los apoyos varían cuando se divide a los sondeados por edades, nivel educativo o ideologías, pero no de una forma tan sustancial que permita deducir que Apple podría apelar a un sector concreto de la sociedad para defender su postura.
De hecho, uno de los datos significativos es que también entre los más jóvenes, de 18 a 29 años, son mayoría, aunque más leve (47%), los que dicen que Apple debería desbloquear el iPhone, frente a un 43% que se opone.
El respaldo a la posición del Gobierno frente a la puntera de Silicon Valley crece más conforme avanza la edad de los encuestados. El apoyo a que Apple desbloquee el teléfono aumenta de forma progresiva de 51 a 54% entre los adultos mayores de 30 años.
El respaldo al argumento del gobierno se da también entre todos los sectores educativos, aunque es mayor entre los que no tienen estudios superiores (56%) que entre los licenciados universitarios (47%). Por posición política, también son más los republicanos (56%) y los demócratas (55%) que consideran que Apple debería ceder y desbloquear su teléfono.
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