Los ataques islamófobos se triplican en EE UU tras los últimos atentados
En el último mes se han registrado casi 40 incidentes contra musulmanes
La onda expansiva de los atentados de París y San Bernardino, California, ha alcanzado a la comunidad musulmana de Estados Unidos, que en las últimas semanas ha sido víctima de una creciente oleada de ataques islamófobos. Según un estudio del Centro para el Estudio del Extremismo y el Odio de la universidad estatal de California, los delitos de odio contra los musulmanes han sido casi tres veces más altos en el último mes que la media de los pasados cinco años. La cifra sigue estando por debajo de la registrada tras los atentados del 11-S en 2001, pero la tendencia no deja de preocupar a la comunidad musulmana y a los expertos, que alertan de la retórica islamófoba que se ha extendido también entre una clase política que parece no tener reparos en hacer proclamas contra los musulmanes.
Las vacaciones de Navidad se adelantaron un día para los estudiantes del condado de Augusta, Virginia. Todas las escuelas de esta localidad a menos de tres horas de carretera de Washington permanecieron cerradas el viernes. La decisión fue tomada por “seguridad” después de que una tarea sobre el islam asignada por una profesora de geografía a sus alumnos generara una inusitada ola de protestas de los padres. La profesora del instituto Riverheads, en Staunton, había pedido a sus alumnos que copiaran la caligrafía árabe de la shahada, la profesión de fe islámica “no hay más dios que Alá y Mahoma su profeta”. La tarea, tomada de un libro de texto sobre religiones, pretendía demostrar la “complejidad artística de la caligrafía”. Pero muchos de los padres tomaron la asignación como un intento de adoctrinamiento. “No voy a permitir que mis hijos sean enseñados por una profesora que les adoctrina en el islam cuando yo soy cristiana”, dijo una mujer a una emisora local.
Ya sea porque los ánimos se calmaron o por la precaución de cerrar las escuelas, la tensión no degeneró en violencia en Augusta. No ha sido así en otras ocasiones en los últimos tiempos en el país.
La media de incidentes contra ciudadanos musulmanes en Estados Unidos fue, durante el último lustro, de 12,6 al mes, según el estudio universitario, que se basa en datos del FBI. Pero desde los ataques en París el 13 de noviembre realizados por adeptos al ISIS, la cifra de ataques de origen islamófobo -desde insultos o agresiones contra mujeres con hijab a actos más violentos, incluso con armas- se ha disparado a 38. De ellos, 18 se registraron después del tiroteo en San Bernardino el 2 de diciembre, cuando una pareja también adepta al Estado Islámico masacró a 14 personas, según el informe, publicado por The New York Times.
“Los ataques terroristas (de París y San Bernardino), unidos a la omnipresencia de los estereotipos antimusulmanes que se filtran en la opinión pública han envalentonado a quienes quieren actúan en reacción a este miedo e indignación”, explicó el director del proyecto de estudio del extremismo, Brian Levin, al diario neoyorquino. Y retórica antimusulmana no ha faltado en las últimas semanas en Estados Unidos.
El llamamiento de Donald Trump a cerrar las fronteras de Estados Unidos a todos los musulmanes tras el ataque terrorista en San Bernardino, California, generó una amplia condena de la clase política del país. Pero no fue unánime. El candidato republicano más polémico de las elecciones de 2016 tampoco ha quedado marginado de la vida política del país ni, como pedía la Casa Blanca aún demócrata, descalificado de la carrera presidencial. De hecho, no es el único candidato que ha hecho propuestas controvertidas. Varios aspirantes republicanos también han pedido en las últimas semanas que solo se acepte a refugiados sirios cristianos, descartando a los musulmanes.
Organizaciones como el Consejo de Relaciones Islámico-Americanas (CAIR), el grupo civil musulmán más grande del país, también han registrado un preocupante incremento de las amenazas y agresiones contra la comunidad musulmana. Según los datos de esta organización, 2015 ha sido el año en que se han registrado más incidentes contra mezquitas desde que comenzó a hacer este registro, en 2009. Este año se produjeron un total de 79 incidentes -desde intimidación a actos de vandalismo- contra mezquitas. De ellos, 29 después de los atentados de París y San Bernardino. Sin embargo, según el CAIR, este tipo de ataques responde más a tendencias domésticas que a acontecimientos internacionales como los atentados de París.
Solidaridad con la comunidad musulmana
Aunque la tendencia es preocupante, también hay datos alentadores, destaca el CAIR. Antes de cerrar también por vacaciones, la Cámara de Representantes aprobó una resolución presentada por un grupo de congresistas demócratas condenando la “violencia, la intolerancia y la retórica del odio contra musulmanes estadounidenses”
“Tenemos que demostrar que no vamos a tolerar esta discriminación antimusulmana y que aquellos que la propaguen no representan el Estados Unidos multiculural que celebramos”, dijo el congresista -precisamente de Virginia- Don Beyer, que promovió la resolución.
“En momentos en que la comunidad musulmana en Estados Unidos afronta un nivel sin precedentes de delitos de odio y estigmatización, resulta extraordinariamente importante que los líderes de nuestra nación salgan a defender la diversidad religiosa, la tolerancia y la comprensión mutua”, celebró la acción legislativa el representante de CAIR Robert McCaw.
El gesto federal ha tenido algunas réplicas a nivel local. La ciudad de Seattle también aprobó una resolución en apoyo a la comunidad musulmana, que en el Estado de Washington suma 100.000 personas. “Desde la fundación del país, Estados Unidos siempre ha sido un faro de libertad y de pluralismo religioso. Debemos unirnos en oposición al racismo y la intolerancia contra cualquier comunidad religiosa”, dijo el alcalde de Seattle, Ed Murray.
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