París mantiene tres frentes de guerra contra el yihadismo
Casi 12.000 militares participan directamente en la lucha contra los islamistas radicales La acción se centra en el Sahel, Oriente Próximo y Francia
Francia, el país occidental más amenazado por el terrorismo, participa en tres frentes bélicos contra el yihadismo. Por decisión del presidente François Hollande, los tres ejércitos franceses se han implicado en los dos últimos años en la lucha antiterrorista en el Sahel, Oriente Próximo y el propio territorio francés. En los dos últimos meses, la capacidad militar francesa para golpear a los yihadistas se ha incrementado notablemente con el apoyo mayoritario tanto del Parlamento como de la opinión pública.
Casi 12.000 soldados están desplegados en esas misiones. La mayoría actúan en Francia. Desde los ataques del pasado enero en París, que costaron la vida a 17 personas, el Gobierno mantiene que en el territorio hay “una guerra”, un término que ha sido empleado de nuevo a raíz de la matanza del viernes. Dentro del dispositivo bautizado como Vigipirate, más de 7.000 soldados patrullan y protegen lugares sensibles por toda Francia. Tras esta última matanza, se sumaron otros 1.500, y posiblemente lo harán más en los próximos días.
Los atacantes, como mantienen el presidente François Hollande y su Ejecutivo, proceden sobre todo de Siria. Por eso, y desde el pasado septiembre, el jefe del Estado ordenó iniciar los bombardeos sobre ese país. Desde entonces, cazabombarderos franceses han efectuado tres bombardeos: dos sobre campos de entrenamiento en el que presuntamente había franceses y francófonos y un tercero, el pasado día 8, sobre un depósito de combustible.
La operación sobre Siria, considerada como “legítima defensa”, es una ampliación de la iniciada en septiembre de 2014 sobre Irak. Se denomina Chammal y en ella participan doce cazabombarderos basados en Emiratos Árabes Unidos y Jordania, así como una fragata. Un millar de soldados y marines están desplegados en la zona. Francia quiere duplicar su capacidad para atacar en Irak y Siria. El pasado día 5, Hollande ordenó que se despliegue en la zona el portaaeronaves Charles de Gaulle, el buque insignia de la flota, junto con varios buques del grupo aeronaval.
En el Sahel, y desde enero de 2013, los ejércitos franceses también se enfrentan a los yihadistas en una amplísima zona que incluye Mauritania, Malí, Níger, Chad y Burkina Faso. La operación inicial, con 4.500 soldados, arrancó en Malí. En agosto pasado, se sustituyó por la operación Barkhane. Participan 3.000 militares equipados con 200 blindados, seis cazabombarderos, diez aviones de transporte y tres drones.
El Consejo de Defensa, presidido por Hollande, se reunió en la mañana del sábado tras la matanza para definir nuevas estrategias. Fuentes militares aseguran que París reforzará todos sus dispositivos para identificar a ciudadanos franceses en Siria o Irak. Según cálculos oficiales, al menos 1.800 han viajado a la zona parta sumarse a los yihadistas. Y fuentes judiciales creen que al menos 300 han regresado a Francia.
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