Acuchillado en Milán un judío ortodoxo
El hombre fue herido en la espalda, la garganta y el cuello, pero su vida no peligra
Los detalles de la agresión están claros, pero aún no los motivos. La noche del jueves, un hombre de aspecto joven y pelo rubio, con el rostro oculto por una capucha, acuchilló en una calle de Milán a Nathan Graff, un israelí de 40 años que iba vestido de negro y tocado con una kipá, el casquete que usan los judíos ortodoxos. Fue herido en la espalda, la garganta y el cuello, pero su vida no peligra.
La posibilidad de que se trate de la extensión a Italia de la llamada intifada de los cuchillos ha puesto en alerta a la comunidad judía y a las autoridades italianas.
La agresión se produjo a las 20.15, en vía San Gimignano, a pocos metros de un restaurante kosher. Nathan Graff —yerno de un rabino de origen afgano— regresaba a casa solo cuando se le acercó un hombre por la espalda y lo acuchilló sin mediar palabra, según se desprende de la grabación de algunas cámaras de la zona.
Algunos testigos dijeron a la policía que el agresor gritaba durante el ataque: “¡Te mato, te mato!”. La dueña del restaurante declaró: “Estamos en shock, verdaderamente aterrorizados. Los niños no han dejado de llorar en toda la noche, ni siquiera hemos dormido”. Para los habitantes del barrio judío de Milán, no hay duda: se trata de un ataque provocado por el odio. Las autoridades italianas, aunque mantienen la cautela, han reforzado la vigilancia, ya de por sí considerable, sobre las personas y los lugares frecuentados por la comunidad hebrea.
Las autoridades aún no saben si el ataque tiene una raíz antisemita. “Si de verdad fuese así”, declaró Renzo Gattegna, presidente de las comunidades judías en Italia, “sería la primera vez que se diera el ataque con cuchillo con trasfondo religioso en nuestro país. Es indudable que el riesgo de contagio con lo que está sucediendo en Israel es alto, pero, antes de hacer acusaciones, prefiero esperar al resultado de las investigaciones”.
Los investigadores esperan que el testimonio de Graff pueda arrojar algo de luz sobre el suceso. El primer ministro italiano, Matteo Renzi, declaró su “afecto y amistad hacia la comunidad judía y profunda cercanía” al agredido en Milán.
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