Las principales hipótesis sobre las causas del siniestro del Airbus ruso
Un fallo técnico o humano, un misil o una explosión en el aire son las posibles explicaciones
Expertos egipcios y rusos han comenzado a investigar las causas por las que un Airbus 321 de la compañía rusa Kogalimavia se estrelló el pasado sábado en Sharm el Sheik, en una catástrofe en la que perdieron la vida 224 personas. Estas son las principales hipótesis.
Fallo técnico
El fallo técnico fue la primera causa sugerida por las autoridades egipcias y rusas. Sin embargo, la compañía rusa Kogalimavia ha descartado este lunes que el accidente se haya debido a causas técnicas. Según ha justificado la empresa, el pasado 26 de octubre el aparato fue inspeccionado y la tripulación no encontró fallo alguno.
No obstante, la esposa del copiloto que viajaba en el avión siniestrado, Sergei Trukhachev, aseguró en una entrevista con la NTV que su marido le había dicho por teléfono, antes de emprender el vuelo, que las condiciones del avión dejaban “mucho que desear”.
Explosión en el aire
Aunque ninguna de las pruebas encontradas hasta ahora demuestran que la catástrofe obedeció a la explosión de una bomba en el interior del avión, por el estado de los restos encontrados y dadas las medidas de seguridad en el aeropuerto de Sharm el Sheik, Michael Clarke, director general del Services Institute, un think tank de Reino Unido, sí considera que la teoría de la bomba es factible. "Las primeras informaciones indican que el avión se partió en dos, lo que podría sugerir una explosión a bordo", ha dicho en declaraciones a la BBC.
Error humano
La aerolínea rusa ha defendido al piloto del avión, identificado como Valery Nemov, y ha señalado que contaba con una experiencia de 12.000 horas de vuelo, entre ellas, 3.860 horas en un Airbus 321.
No obstante, si hubiera existido un error humano, podría comprobarse con las grabaciones de las cajas negras, que ya han sido recuperadas y se están analizando.
Impacto de un misil
El grupo yihadista Welayt Sina (provincia del Sinaí), fiel al Estado Islámico, afirmó haber atentado contra la aeronave el mismo día en el que se produjo el siniestro, una reivindicación que fue rechazada inmediatamente por Rusia y Egipto.
Los restos encontrados ayudarán a los expertos a aceptar o rechazar esta teoría. Por el momento, solo permiten saber que el Airbus 321 se deshizo a gran altura. “La zona donde están esparcidos los fragmentos del fuselaje tiene forma de una elipse alargada de ocho kilómetros de longitud y cerca de cuatro kilómetros de ancho. Todo indica que la destrucción del aparato se produjo en el aire a gran altura”, explicó un funcionario ruso al canal de televisión Rossia 24.
En Egipto, una fuente del comité que lleva a cabo el análisis preliminar de la caja negra asegura que el aparato no fue golpeado desde el exterior y que el piloto no realizó ninguna llamada de emergencia antes de desaparecer del radar.
No obstante, los expertos rusos han encontrado impactos térmicos y físicos en las alas de la aeronave, que indican que ésta pudo incendiarse en el aire.
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