_
_
_
_

“Todos tenemos en Puisseguin algún conocido entre los muertos”

Los jubilados fallecidos en el accidente solían hacer excursiones regularmente

Mikel Ormazabal
Unos familiares de las víctimas del accidente en Puisseguin (Francia), el 23 de octubre 2015.
Unos familiares de las víctimas del accidente en Puisseguin (Francia), el 23 de octubre 2015.AP

El lugar de la tragedia es un laberinto de carreteras muy estrechas que van cruzando y serpenteando las amplísimas extensiones de viñedos de la campiña de Burdeos. En una de esas vías vecinales ha sucedido la mayor desgracia desde hace 33 años en las carreteras de Francia. Todo estaba en calma a primera hora de la mañana, antes de amanecer, cuando un camión cargado con maderas se ha empotrado contra el lateral de un autobús en el que viajaban 50 jubilados. Han muerto 41 pasajeros del autobús, además de los dos ocupantes del camión, el chófer y su hijo de tres años.

Ha sucedido en medio de un paisaje que siempre está en calma, salpicado de bodegas y chateaux, inundado de plantaciones de viñedos. Esa tranquilidad se ha roto muy temprano (a las 7.30 h.) y transformado el bucólico paraje en un desembarco de policías, gendarmes, bomberos y periodistas. El fatídico choque ha sido a sólo siete kilómetros del punto de partida, Petit Palais, y ha conmocionado a todos los habitantes. "Todos tenemos algún conocido entre los muertos", comenta entre lágrimas una vecina. Christophe Colan, concejal del Ayuntamiento de Puisseguin, también está convencido de que el duelo le tocará de cerca: "Aquí nos conocemos todos. Era un grupo de pensionistas de varias comunas del entorno. Estamos muy consternados". Los jubilados fallecidos solían hacer excursiones regularmente, en el día, asegura en Petit Palais una mujer que iba a menudo a alguna de estas salidas.

El área de Puisseguin está formado por pequeños núcleos de población –muchos no llegan a los 100 habitantes , todos dedicados a la industria vinícola. Las vides, de un metro de altura, ofrecen una estampa singular a este enclave. Hasta aquí se ha trasladado el primer ministro francés, Manuel Valls, acompañado por otras autoridades gubernativas, y ha admitido que el país ha quedado en "estado de choque" por el fatal siniestro.

Los vecinos, con los ojos llorosos, tristes y abatidos, molestos algunos por el amplio despliegue de medios de comunicación, no salían del asombro por las dolorosas circunstancias del accidente. El coronel de la gendarmería Ghislan Rety ha explicado poco después del mediodía que la investigación de los sucedido está en marcha. Ha confirmado la cifra de 43 fallecidos y el modo en que chocaron el camión contra el autobús. Rety también ha alabado el comportamiento "heroico" del chófer del autobús, uno de los ilesos, quien ha tenido el reflejo de abrir las puertas tras el impacto y el arrojo de ayudar con sus manos a evacuar a algún pasajero para salvarle la vida. Otro tanto ha podido hacer un ciudadano desde la puerta trasera.

Los equipos de investigación policiales van a necesitar unos tres días para identificar los cuerpos y determinar las causas del accidente. No se puede precisar aún, ha dicho Rety, si se ha debido a un despiste o al exceso de velocidad de uno de los vehículos. Cuatro ocupantes del autobús han resultado ilesos, dos sufren traumatismos y otros dos tienen quemaduras graves. Al parecer, según el testimonio de una vecina, entre los viajeros se encontraba un exalcalde de Petit Palais y habría perdido la vida.

Una vecina de Mombadon, cerca del lugar del siniestro, se quejaba del estado de algunas carreteras de la zona demasiado estrechas y sin las líneas que dividen los carriles claras. A la salida de una curva, los dos vehículos han chocado y comenzado a arder, dejando atrapados en su interior, pasto de las llamas a 43 personas. En Puisseguin está todo preparado para instalar la capilla ardiente en un local público, situado junto al Ayuntamiento, que hoy tiene la bandera francesa recogida en el mástil en señal de duelo.

Ahora la prioridad es identificar los cuerpos, ha insistido el coronel Rety, para comunicárselo a sus allegados. Equipos de psicólogos y psiquiatras de dos hospitales cercanos esperan la llegada de los familiares para darles la atención que se precisa cuando se sufre de cerca una tragedia de esta naturaleza.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_