El Bundestag aprueba una ley que permite almacenar llamadas y datos

Gracias al voto de 404 diputados del SPD, la CDU y la CSU de Baviera, el Gobierno alemán podrá disponer ahora de una eficaz y controvertida herramienta destinada, según el discurso oficial, a reforzar la lucha contra el terrorismo en el país, la llamada ley de Almacenamiento de Datos, que hace posible almacenar durante diez semanas datos de llamadas telefónicas, correos electrónicos y registro de páginas web, aunque no su contenido. Siete diputados se abstuvieron y 148 votaron en contra de la nueva ley.

La normativa, que ya había sido duramente criticada por los grupos parlamentarios de los Verdes y La Izquierda y por organizaciones civiles cuando se presentó el proyecto al Parlamento, pretende servir de instrumento a la justicia y a las fuerzas de seguridad alemanas que luchan contra el terrorismo y el crimen organizado. Pero la oposición y los grupos civiles temen que la ley coartará sus derechos fundamentales.

“La ley convierte a todos los que viven en este país en sospechosos”, señaló la diputada verde, Renate Künast, al denunciar las consecuencias que puede tener para la población la nueva herramienta legal. “Es un veneno para la democracia”, añadió su colega Konstantin von Notz, quien anunció que los Verdes recurrirán nuevamente al Tribunal Constitucional para impedir que el almacenamiento de datos entre en funciones en el país.

El ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, defendió la ley con un argumento que no convenció a la oposición. Maas afirmó que, en contraste con antiguas reglamentaciones, la nueva herramienta jurídica permite el almacenamiento de una cantidad pequeña de datos y sólo por un periodo de tiempo breve y que la ley representa una injerencia relativa en la privacidad de datos personales. “Habrá serios obstáculos para el acceso, y con ello respetamos las disposiciones de la Corte Suprema de Justicia”, dijo el ministro, quien recordó que la normativa no afecta a los periodistas.

En 2008, el entonces Gobierno de gran coalición había logrado hacer aprobar una ley similar que, tan solo dos años después, fue declarada inconstitucional por la máxima instancia jurídica del país. En una sentencia que aún se recuerda, el Tribunal Constitucional dijo que la ley violaba el secreto de las comunicaciones que está amparada por el artículo 10 de la Ley Fundamental.

En 2014, el Tribunal de Justicia Europeo declaró como no válida una directiva europea sobre almacenamiento de datos por considerar que violaba la Carta de los Derechos Fundamentales. Pero el debate revivió en enero de 2015, cuando la canciller Angela Merkel pidió que se volviera a instaurar el polémico almacenamiento preventivo de datos, en el marco de un debate parlamentario centrado en los atentados islámicos que sufrió París ese mes y que dejaron un saldo trágico de 17 muertos.

La propuesta de la canciller fue apoyada por los dos partidos democristianos, la CDU y la CSU, pero provocó serias divergencias en el seno del partido socialdemócrata y enfrentó al presidente del partido, Sigmar Gabriel, que apoyó la iniciativa, y al ministro de Justicia, Heiko Maas, que intentó boicotearla hasta el último momento: el ministro perdió la batalla, pero conservó su cargo.