Francisco Bolívar: “Me preocupa mucho tomar decisiones verticales”
EL PAÍS entrevista a los candidatos a rector de la UNAM. Esta es la quinta
El currículum de Francisco Bolívar Zapata (Ciudad de México, 1948) es uno de esos que resultan difíciles de resumir. Doctor en química por la UNAM, fue director del Instituto de Biotecnología, ha recibido innumerables premios entre los que destaca el Príncipe de Asturias de 1991, pionero en la biología molecular y miembro de un equipo de investigadores que logró, por primera vez, la producción en bacterias de proteínas transgénicos idénticas a las humanas por técnicas de ingeniería genética.
Durante los últimos tres años ocupó la coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno de la República, pero hace menos de un mes renunció para buscar la rectoría de la UNAM. Su candidatura ha recibido las críticas de algunos miembros de la comunidad universitaria que no ven con buenos ojos que haya trabajado en el equipo del presidente, Enrique Peña Nieto. Bolívar, sin embargo, argumenta que sus 45 años en la Universidad sustentan su compromiso con la institución: “Yo soy Puma”.
Su aspecto no es diferente al de muchos eruditos entregados desde su juventud a la investigación científica. Sin perder el tiempo, recibe a quienes lo quieran entrevistar con una serie de documentos que incluyen un diagnóstico y propuestas que promete implementar, si es elegido, como rector de la universidad más gran de Latinoamérica.
P. ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades en la UNAM?
R. Somos una institución con valores extraordinarios: autonomía, tolerancia, equidad, es pública, nacional, gratuita… Otra fortaleza son nuestros cuerpos colegiados que toman las decisiones de manera consensuada, son plurales y en ellos está la inteligencia colectiva. Entre las debilidades está el esquema actual de enseñanza.
P. ¿Cómo corregir el plan de estudios, sobre todo en los bachilleratos?
R. Se debe crear un colegio de directores del bachillerato para conjuntamente con el rector analizar las debilidades y tratar de atenderlas. Tenemos que consensuar, hay que involucrar a los directores.
P. ¿Es suficiente el sistema de seguridad de la UNAM?
R. No. Hay que fortalecer la línea de gestión, planificación y administración con la idea de tener mejores resultados. De entrada hay que hacer un diagnóstico muy cuidadoso y específico de las capacidades que tenemos para contener las acciones ilícitas. Hay un conjunto de tecnología que requerimos, como incrementar las cámaras, buscar la posibilidad de drones, pero todo esto nos lo indicará el análisis que realizaremos. Yo voy a sustentar mis decisiones en base a las consideraciones de los expertos y de los directores.
P. ¿Qué va a hacer con el auditorio Ché Guevara?
R. De entrada no lo voy a liberar porque pienso, otra vez, que tenemos que discutir y analizar esto con las diferentes comunidades, los consejos técnicos, la propia Junta de Gobierno. Me preocupa mucho tomar decisiones verticales. El conjunto de los expertos, de la sapiensa que hay en estos cuerpos colegiales son los que tienen que ayudar al rector. No es nada más el Ché Guevara y no solo en Ciudad Universitaria, tenemos las FES y los CCH. Hay que tener cuidado porque tomar una decisión en un lugar determinado puede generar un efecto mariposa, es muy delicado y por eso digo que vamos a consensuar, analizar, discutir y decidir.
De entrada no voy a liberar el Ché Guevara
P. ¿Cómo renovar la planta de investigadores y docente?
R. Continuar el programa existente de rejuvenecimiento, pero además hay que impulsar a la UNAM hacia los Estados del país. Hay que buscar detener el flujo hacia el centro del país y crear nuevos centros docentes.
P. ¿Por qué usted?
R. Amo esta institución, mi partido son los Pumas. Le debo todo a la universidad: mi formación académica y espiritual. Llegué aquí en 1967 y tengo un conjunto importante de experiencia: estudiante, profesor, investigador, miembro de los cuerpos colegiados, estuve en la Junta de Gobierno y en los consejos técnicos. Tengo la capacidad de consensuar la opinión de varios grupos a partir de las distintas visiones y consideraciones.
P. Usted viene del gabinete de Peña Nieto, aspecto que no agrada a algunos miembros de la comunidad.
R. Yo soy universitario y académicos desde hace 45 años y creo que mi trabajo demuestra mi compromiso con la UNAM. El presidente de la República me llamó para formar parte de su equipo con el propósito de incrementar el PIB en ciencia y tecnología al 1%. El documento que usamos para conseguir el objetivo fue desarrollado por miembros de la UNAM y ahí están los resultados: en estos tres años pasamos de .43 a .58 del PIB en ciencia y tecnología.
P. Por su edad no se podría reelegir. ¿Lo ve como un problema?
R. Depende si ves el vaso medio lleno o medio vacío. Una de la ventajas es que concentraría todo mi esfuerzo en estos cuatro años. El cambio es positivo y abrir la convocatoria en cuatro años es sano. El doctor Jorge Carpizo, extraordinario exrector, estaba en contra de la reelección y por más que lo intentamos convencer de que se reeligiera dijo que no por principio.
Se debe crear un colegio de directores del bachillerato
P. ¿Cuál debe ser la relación del rector con el Gobierno?
R. Es fundamental que el rector tenga la posibilidad de ir a hablar con el Gobierno para solicitar, demandar y exigir, en el buen sentido de la palabra, los recursos que se requieren para la universidad.
P. ¿Cómo es su relación con Peña Nieto?
R. De Respeto
P. ¿El deporte y la cultura?
R. Se debe hacer un esfuerzo más importante. Es parte de la formación integral de los estudiantes. Debe ser de manera más permanente y cotidiana.
P. ¿Se deben incrementar las cuotas?
R. Nada, nunca. La Universidad debe ser gratuita, nacional y pública.
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