_
_
_
_

La DEA cree que el Chapo se esconde en México

La agencia antidroga estadounidense sospecha que el narcotraficante que se fugó hace tres semanas se ha refugiado en Sinaloa, su tierra natal y núcleo de poder de su cartel

Juan Diego Quesada
Policías mexicanos frente al cartel de búsqueda del Chapo
Policías mexicanos frente al cartel de búsqueda del ChapoPedro PARDO (AFP)

Joaquín El Chapo Guzmán sigue en México y seguramente se esconda en Sinaloa, su tierra natal. Al menos así lo cree la DEA. La agencia antidroga estadounidense colabora con las autoridades mexicanas en la recaptura del narcotraficante más buscado, quien protagonizó hace tres semanas una espectacular fuga de una cárcel de máxima seguridad.

La tesis de los investigadores norteamericanos es que el líder del cartel de Sinaloa no ha abandonado el país y que probablemente haya buscado refugio en la región mexicana donde más contactos, infraestructura y apoyo social tiene. El Chapo nació hace 60 años en La Tuna, un minúsculo pueblecito de difícil acceso en la sierra. Siendo adolescente comenzó a plantar amapola y marihuana en las zonas más escarpadas del lugar. Las autoridades mexicanas y expertos en narcotráfico creen que los líderes históricos del cartel se esconden en este paisaje pedregoso, similar a las montañas de Tora Bora, refugio durante años de Bin Laden y los talibanes. Uno de los mayores capos y socio del Chapo, El Mayo Zambada, lleva medio siglo a salto de mata en esa zona sin que nunca le hayan echado el guante.

Las autoridades mexicanas creen que los líderes históricos del cartel se esconden en la sierra de Sinaloa, un paisaje pedregoso similar a las montañas de Tora Bora

“¿Dónde se encuentra él más seguro y protegido? Seguramente en Sinaloa”, dijo este miércoles Chuck Rosenberg, el director de la DEA, en un encuentro con periodistas que tuvo lugar en Washington y recogió Reuters. Ahí se encuentra el núcleo de poder de su cartel, el más poderoso de México. La última vez que fue detenido, en febrero de 2014, fue acorralado en una vivienda en Culiacán, la capital de ese Estado, y logró huir a través del sistema de alcantarillado hasta alcanzar Mazatlán, una ciudad costera. La Marina mexicana lo atrapó finalmente en un apartamento con vistas al mar. El Chapo dijo a sus captores que relajó sus rutinas de prófugo porque no aguantaba la vida en la sierra sin ver a sus hijas gemelas, fruto de su último matrimonio con una joven de Durango.

La DEA ofrece cinco millones de dólares a quien facilite alguna información que lleve hasta su detención. “Tenemos fuentes (de información) en México con las que trabajamos de manera cercana. No son solo gubernamentales”, añadió Rosenberg. Las relaciones entre la agencia y México viven un periodo de mutua desconfianza desde que hace dos años fuera liberado por un salvoconducto legal Rafael Caro Quintero, otro sinaloense dedicado al negocio de la droga que penaba prisión por el asesinato de un agente de la DEA, Enrique Camarena. La institución lo tomó como una afrenta personal.

El abogado del Chapo ha contado que su cliente temía ser extraditado a Estados Unidos o asesinado dentro de la cárcel. Juan Pablo Badillo, en una entrevista con Univisión, dijo que en la época previa a la evasión el Chapo sufría “una crisis emocional” por estos asuntos y le pidió al letrado que trabajara en una estrategia legal para impedir la extradición. El narco debía de estar poco convencido del éxito del abogado porque antes de que prosperara algún recurso huyó a través de la ducha de su celda hasta alcanzar un túnel de kilómetro y medio construido exclusivamente para su fuga.

Desde entonces no se le ha vuelto a ver.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_