Cameron sufre su primera derrota al aparcar la reforma de la ley de caza
El primer ministro británico pone en evidencia la fragilidad de su mayoría parlamentaria
La fragilidad de la mayoría parlamentaria que sostiene al Gobierno de David Cameron, de tan solo 12 escaños, tenía que salir a relucir tarde o temprano. Y el honor le ha correspondido a la ley, aprobada hace 11 años durante el mandato de Blair, que prohíbe la caza del zorro. El primer ministro se ha visto obligado a aparcar su proyecto de suavizar dicha ley, al darse cuenta de que no iba a ser capaz de sacarla adelante. Han sido los nacionalistas escoceses, la tercera fuerza parlamentaria con 56 escaños, quienes han hecho decidirse a Cameron a dar un paso atrás, al anunciar que votarían con los laboristas en contra de suavizar la ley. Una decisión que, para mayor escarnio, contraviene su tradición de no votar en Westminster en asuntos que no les competen, como es el caso de esta ley, que se aplica solo en Inglaterra y Gales.
La reforma de la ley, que contaba con la oposición de los laboristas y también de algunas decenas de diputados conservadores, habría vuelto a permitir a los cazadores rastrear a los zorros utilizando una jauría de perros, con el argumento del control de plagas. Actualmente esto está permitido en Escocia, pero tras la ley aprobada en 2004, en Inglaterra y Gales existe un límite máximo de dos perros. Se trata de una ley muy complicada, que no prohíbe cazar a los zorros sino matarlos con perros, y que no ha logrado erradicar la práctica.
El primer ministro calificó de “totalmente oportunista” la decisión de Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia y líder del SNP, de pedir a sus diputados en Londres que votaran en contra. “La postura del SNP, que ha sido clara hasta ahora, era la de no votar en asuntos que solo incumben a Inglaterra o a Inglaterra y Gales”, ha añadido.
Fuentes del Gobierno han sugerido que volverán a la carga con la reforma, contenida en el programa con el que ganaron las pasadas elecciones, una vez se haya llevado a cabo otra de sus promesas electorales: la de conceder el veto a los diputados ingleses en asuntos que conciernen solo a Inglaterra (el polémico tema conocido como “votos ingleses para leyes inglesas”).
Nicola Sturgeon, por su parte, ha asegurado que su decisión de participar en la votación anunciada por Cameron se debió a la “abrumadora demanda” de los ciudadanos ingleses, algunos de los cuales se han manifestado a las puertas del Parlamento para celebrar el paso atrás de Cameron. Aunque, en una entrevista radiofónica en la BBC, ha sugerido que detrás del zorro hay una venganza por "el poco respeto que ha mostrado el Gobierno de Cameron hacia el mandato que tienen los diputados escoceses". Para Sturgeon, que el primer ministro haya decidido a última ahora aparcar su propuesta de reforma muestra que “no puede manejar su propio grupo parlamentario” y es un indicador de su “escasa y frágil” mayoría.
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