Un viaje de oración
Miles de colombianos y peruanos se trasladan hasta Ecuador para ver al Pontífice
Tres docenas de escapularios, tres docenas de medallas con el rostro del papa Francisco y un sinnúmero de camisetas estaban en el bolso de Gloria Gómez, una antioqueña católica que se apuntó a la peregrinación que el canal Televid, de la Congregación Mariana de Medellín, organizó para viajar a Quito y ver al Pontífice argentino.
La mujer, que ahuyentaba el frío con una bufanda y gorro con el tricolor colombiano, compró esos recuerdos para los niños desamparados y enfermos que suele visitar en su ciudad, pero no eran nada sin la bendición del Papa, por eso se encaramó a una de las vallas por donde iba a pasar el papamóvil para cumplir con su cometido y de paso gritar: "¡Colombia, Colombia!" y hacer notar su país en medio del millón que llegaron hasta el Parque Bicentenario, antiguo aeropuerto de Quito, donde se celebró este martes la misa campal.
La fe, y la publicidad del canal católico, hizo que una veintena de creyentes antioqueños se apuntaran al viaje para ver al Papa y pagaran los 2,3 millones de pesos colombianos (855 dólares) que costaba la excursión de 12 días, tiempo suficiente para visitar en el camino el santuario del Señor de los Milagros de Buga y de la Virgen de las Lajas. El valor incluía todo, incluso los pases VIP para ver al Papa de cerca. Pero no todos tuvieron la suerte de hacer este "viaje de oración" tan pausado. Otros colombianos tuvieron que cubrir las distancias del tirón, como los primos de Celeni Bisque, que vive en Ecuador y les ofreció su casa.
Los jóvenes de 12 y 18 años viajaron 21 horas desde Ginebra del Valle (Cali) hasta Quito, con la camiseta de Colombia puesta y con los crucifijos y escapularios para recibir la bendición del Papa. Ambos colaboran con la iglesia de su barrio y no estaban dispuestos a esperar hasta que Bergoglio vaya a Colombia.
Una veintena pagaron los 2,3 millones de pesos colombianos (855 dólares) que costaba la excursión de 12 días para ver al Papa
La entrada de migrantes en el norte del país, a raíz de la visita papal, empezó el 26 de junio. Según los datos de la Policía de Migración de Ecuador registró un incremento de casi el 40% en las entradas a través del Puente de Rumichaca hasta el 5 de julio. Un total de 16.000 colombianos ingresaron en este periodo de tiempo.
Por la frontera sur, por Huaquillas, el flujo migratorio fue menor, apenas unos 5.200 peruanos ingresaron en las mismas fechas. Muchos de los visitantes peruanos vinieron por sus vínculos con el país, como Miguel Ángel Elera, que tiene un hermano que se ordenó sacerdote en Ecuador. Él vino con su madre y unos vecinos desde Piura y viajó un total de 18 horas. Afortunadamente consiguieron pases preferenciales y también vieron al Papa de cerca y no tuvieron que madrugar o pernoctar como el resto de católicos que acudieron a la misa en Quito.
Entre los peruanos que recorrieron las calles de Quito en estos días también se vieron vendedores ambulantes, como Rosa Jiménez y sus amigos, que vinieron con la fe de vender los artículos alusivos al Papa. Algunos tan llamativos como un peluche del Santo Padre que se confeccionó en un taller del barrio limeño de San Juan de Lurigancho y que se vendía a 10 dólares, y que subió a 12 cuando recibió la bendición del Papa.
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