Alemania teme que Rusia esté tras el ataque informático al Bundestag
Las autoridades admiten que tras un mes de investigación no han logrado parar la agresión
El pasado 8 de mayo fue un día especial para los diputados alemanes. Una sesión especial del Bundestag conmemoraba los 70 años de la derrota de Adolf Hitler y el fin de la II Guerra Mundial en Europa. Pero, mientras los legisladores atendían al discurso sobre "la liberación de la tiranía nazi", un nuevo enemigo se colaba entre las paredes. Los responsables de informática descubrieron ese día que un virus había penetrado en algunos ordenadores de la Cámara baja del Parlamento alemán.
Ha pasado un mes desde entonces y lo que parecía obra de un hacker aislado se ha convertido en el mayor ataque informático sufrido nunca por una institución alemana. El diputado verde Konstantin von Notz considera que se trata de “una agresión altamente sofisticada propia de un servicio secreto”. El jefe del espionaje en el interior del país, Hans Georg Massen, apunta en la misma dirección; y admite que le preocupan mucho los ataques procedentes de Rusia “altamente sofisticados”. La revista Der Spiegel ya había informado la semana pasada, basándose en fuentes parlamentarias anónimas, de que todas las pistas conducían a los servicios de espionaje del Kremlin.
La incertidumbre reina ahora entre los diputados alemanes. Nadie sabe a ciencia cierta a cuántos ordenadores afecta el ataque, qué información podría haber pasado a manos desconocidas, ni tan siquiera si los daños se reducen a una parte o a todo el sistema informático del Bundestag. Preocupa especialmente que documentos confidenciales de los diputados circulen entre desconocidos. Algunos medios informan de que va a ser necesario renovar los más de 20.000 ordenadores que tiene el sistema, y que los costes pueden ascender a centenares de millones de euros. Pero en el Parlamento alemán aseguran que, según los datos provisionales, no va a ser necesario reemplazar el software, por lo que la factura no sería tan alta.
Lo único que está claro es que, un mes después de haber descubierto el problema, este no ha sido aún solucionado. “Según las investigaciones provisionales, en las dos últimas semanas no ha habido más fugas de datos. Pero esto no quiere decir que el ataque haya sido desactivado de forma definitiva”, explicó el presidente del Bundestag, el democristiano Norbert Lammert, a los diputados, en un correo electrónico al que ha tenido acceso este periódico.
La emisora francesa TV-5 ya fue víctima el pasado mes de abril de un ciberataque yihadista que logró interrumpir la emisión y mostrar un mensaje de un autodenominado cibercalifato. “Podemos prepararnos cada vez mejor para tratar de evitar estas situaciones. Pero tenemos que aceptar que hasta los organismos y las empresas más protegidas van a estar sometidas a estos peligros. No vamos a lograr un nivel de riesgo cero”, aseguraba el jueves Rob Wainwright, el director de Interpol, en una jornada sobre seguridad informática celebrada en Potsdam, a pocos kilómetros de Berlín.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.