Un juez de EE UU excarcela a un preso tras 43 años aislado
El magistrado prohíbe que se juzgue por tercera vez a Albert Woodfox, de 68 años
Albert Woodfox, de 68 años, es el preso de Estados Unidos que más tiempo ha pasado encerrado en aislamiento, un total de 43 años en la prisión estatal de Luisiana, más conocida como Angola, por la cercanía del correccional con una antigua plantación de esclavos con ese nombre.
Woodfox es el último de un grupo de presos conocido como Los Tres de Angola cuya puesta en libertad ha sido ordenada después de que un juez tuviese en cuenta su avanzada edad y su delicado estado de salud. Además, la orden de ponerle en libertad prohíbe que se le juzgue por tercera vez tras ser revocadas dos sentencias condenatorias contra él.
Desde abril de 1972, cuando fue condenado por primera vez junto a Robert King y Herman Wallace por la muerte de un funcionario de prisiones en una revuelta en el penal de Angola donde estaba encerrado por robo armado, Woodfox ha estado aislado en una celda 23 de las 24 horas del día y ha caminado sin compañía alguna por su módulo en la hora de salida que se le permitía.
Woodfox ha insistido todos estos años en que era inocente y que fue acusado falsamente como venganza por crear dentro de la prisión una célula de los Panteras Negras, la organización afroamericana fundada a mediados de la década de los años sesenta del pasado siglo como plataforma de autodefensa del pueblo negro y heredera del ideario de Malcolm X.
King fue liberado en 2001 y Wallace en 2013. Este último moría dos días después de obtener la libertad debido a un cáncer terminal que comenzó a consumirle en el interior de la prisión.
En la actualidad, la Oficina de Prisiones se enfrenta a una importante demanda judicial por el excesivo uso que hacen las cárceles de EE UU del aislamiento de presos. En 2012, el senador demócrata Dick Durbin llevó a cabo la primera audiencia en el Congreso sobre este asunto. El año pasado, el fiscal general de Nueva York acordaba prohibir que los menores y las personas con problemas mentales sufrieran este castigo.
Inhumano
El 20 de febrero de 2014, Rick Raemisch, director del Departamento de Prisiones de Colorado, donde se encuentra la prisión de máxima seguridad conocida como ADX, escribía un artículo de opinión en el diario The New York Times titulado Mi noche en solitario, donde concluía que la estancia era inhumana. En ADX, los prisioneros se hablan a través de los desagües de los lavabos, usando el rollo del papel higiénico como altavoz.
El pasado fin de semana, un joven neoyorquino de 22 años se quitaba la vida colgándose en casa de sus padres en el Bronx después de haber pasado tres años encerrado en la prisión de Rikers sin ser acusado ni sometido a juicio. Dos de esos tres años los pasó en total aislamiento.
Kalief Browder fue enviado a Rikers cuando tenia 16 años por el supuesto robo de una mochila. Tras su ingreso en prisión, su vida entró en un bucle judicial que acabó el 31 de octubre de 2013, cuando un juez decidió ponerle en libertad después de que el fiscal desestimara el caso por falta de pruebas y testigos.
Durante su estancia en la cárcel de Rikers, el joven intentó acabar con su vida en varias ocasiones. Browder contó a su abogado que sufría constantes palizas por parte de otros presos y de los guardas.
En un artículo sobre su caso escrito en la revista The New Yorker se relata el calvario psicológico que el joven pasó una vez en libertad y la imposibilidad de vivir una existencia tranquila. Vivía en permanente estado de alerta ante la posibilidad de ser atacado, ya fuera en el metro o en su habitación, donde se acostaba tras comprobar varias veces que las puertas estuvieran todas cerradas.
El país del mundo con más presos
Estados Unidos encarcela a más personas que ningún otro país del mundo. Según cifras de 2010, sus cárceles albergan a 1,6 millones de reclusos, lo que equivale a 500 presos por cada 100.000 habitantes (en España existen más de 66.000 reos).
Se estima que cerca de 80.000 reclusos están encarcelados en celdas de aislamiento en Estados Unidos.
En 44 Estados de los 50 que componen la Unión se aplica este régimen de aislamiento y se recluye a 25.000 convictos en prisiones de máxima seguridad.
El relator de las Naciones Unidas contra la tortura quiere una prohibición global de la incomunicación, salvo en casos excepcionales.
Quienes defienden el régimen de aislamiento sostienen que es necesario para proteger a los empleados de las cárceles y a otros reclusos de los prisioneros más peligrosos.
Las condiciones del aislamiento pueden variar, pero, en general, este régimen consiste en 23 horas de encierro en solitario y solo una hora diaria fuera de la celda. Los reclusos en régimen de aislamiento pueden pasar semanas sin cruzar una sola palabra con nadie.
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