El presidente de Burundi regresa al país tras el intento de golpe de Estado
La radio estatal, que fue atacada por los rebeldes, asegura que sigue leal al mandatario
El presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, ha asegurado este jueves que ha regresado a Burundi. Había viajado a Tanzania para participar en una reunión de líderes de la Comunidad Económica de África del Este. Allí se encontraba ayer cuando un exgeneral anunció la destitución del mandatario. La confusión ha reinado en el país a lo largo de este jueves. A lo largo de toda la jornada se han producido enfrentamientos armados entre fuerzas leales al presidente y militares golpistas. "Pierre Nkurunziza está ahora en Burundi", ha afirmado a la agencia France Presse su asesor de Comunicación. "Por razones de seguridad, eso es todo lo que podemos decir por el momento", ha añadido.
Los combates se han centrado este jueves en las inmediaciones de los estudios de la radio estatal RTNB, cuyo control es estratégico para informar a una población en gran parte rural. Al menos tres militares han muerto en los choques, según fuentes citadas por France Presse. Un directivo de la emisora pública burundesa afirmó por la tarde que la radio seguía bajo el control de las fuerzas leales a Nkurunziza.
La presidencia ha desmentido en varias ocasiones esta mañana el éxito del golpe de Estado, mientras ambos bandos se adjudicaron el control del poder. "Condeno a ese grupo de golpistas. Doy las gracias a los soldados que están poniendo las cosas en orden, y perdonaré a cualquier soldado que decida rendirse", dijo Nkurunziza en su último mensaje radiofónico.
La intervención mediática del mandatario quedó interrumpida por un ataque de los rebeldes a los estudios de la emisora, que se sitúa en la capital, Buyumbura. Poco después, la radio estatal emitió un comunicado en el que aseguraba que la emisora sigue en manos de las fuerzas leales al presidente. "Paramos de emitir durante varios minutos porque había fuertes enfrentamientos. Han terminado y estamos retomando nuestra transmisión", afirmaron en la cadena de radio. Fuentes rebeldes citadas por France Presse afirman que "gran parte" de la ciudad está bajo su control.
Buyumbura amaneció con enfrentamientos armados entre militares golpistas y partidarios de Nkurunziza que luchaban por el control de la radiotelevisión nacional RTNB, según informaron medios locales. Tras un periodo de calma de unas horas, los combates se intensificaron después de que fuerzas rebeldes lanzaran un asalto a los estudios de la RTNB sobre la una y media de la tarde, según confirmaron fuentes golpistas a France Presse. La radio privada Bonesha, que también retransmitió el discurso del general Godefroid Niyombare en el que anunciaba la deposición del presidente, fue atacada anoche con artillería, aunque se desconoce el responsable del ataque. Fuentes citadas por la agencia Reuters afirman que el ataque fue perpetrado por uniformados.
El comisionado de la policía y portavoz del autoproclamado Comité para la restauración de la Concordia Nacional, Zenon Ndabaneze, afirmó que no quieren "un baño de sangre", pero que actuarán si es necesario. La confusión reina en Burundi, donde incluso el Ejército burundés está dividido entre partidarios del régimen oficial de Nkurunziza y los del golpe de Estado. La Unión Africana llamó a un alto el fuego a las partes enfrentadas para iniciar negociaciones de paz. "El Consejo de Paz y Seguridad (de la UA) condena cualquier intento de tomar el poder a través de la violencia (...). Urge a todas las partes a un alto el fuego tan pronto como sea posible para iniciar el camino a las negociaciones", dijo la jefa de este órgano, la nigerina Diallo Amina Djibo, en una rueda de prensa en Adís Abeba.
A última hora de ayer, el jefe de Estado Mayor del Ejército, Prime Niyongabo, aseveró en un discurso radiofónico que el golpe había sido frustrado, y pidió a los rebeldes que depusieran las armas. Tras conocerse ayer el anuncio de la destitución del presidente, cientos de burundeses salieron a la calle para celebrarlo. Durante las últimas dos semanas, al menos 20 personas han muerto en las protestas contra las aspiraciones del presidente a presentarse a un tercer mandato, algo que, según la oposición, prohíbe la Constitución burundesa.
La candidatura de Nkurunziza ha suscitado grandes temores en gran parte de la población burundesa —pertenecientes fundamentalmente a la etnia tutsi, minoritaria del país— que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005).
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