Diez muertos en otro fin de semana violento en México

El caos provocado por el enfrentamiento entre narcotraficantes y las autoridades en el Estado mexicano de Jalisco –coches incendiados, helicópteros derribados, saqueos, tiroteos- se ha extendido también a Veracruz, donde al menos diez personas fueron asesinadas durante el fin de semana. La policía encontró seis cadáveres con huellas de tortura y un tiro de gracia en la carretera Xalapa-Veracruz y otras cuatro personas (un taxista, un comerciante, la hija de un empresario secuestrada días antes y el cuerpo de alguien flotando en un río que todavía no ha sido identificado) murieron en distintos hechos.

La violencia en Veracruz, una región en disputa por Los Zetas y el Cartel Jalisco de Nueva Generación (CJNG), no es una novedad. Este estado del Golfo de México, de 7,6 millones de habitantes, celebró en 2014 los Juegos Centroamericanos del Caribe y la XXIV cumbre Iberoamericana y de Jefes de Estado y su gobernador, Javier Duarte, se ha esforzado en transmitir una sensación de normalidad. Sin embargo, es la cuarta entidad mexicana con más secuestros (tras Tamaulipas, Estado de México y Morelos) y durante el año pasado, la última cifra oficial registrada, se produjeron 569 asesinatos.

Los atacantes utilizaron un lanzacohetes RPG, como los que se utilizan en el conflicto de Oriente Medio, para hacer diana en la aeronave

El puente del 1 de mayo trajo consigo un reguero de sangre. Las autoridades calculan que el Cartel de Jalisco dispuso de 250 hombres para sembrar el terror. Ese mismo día 1, mientras el Gobierno ponía en marcha la operación Jalisco para debilitar a los criminales y dominar algunas zonas donde no existe el concepto de ley, unos sicarios derribaron un helicóptero de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena). En el ataque murieron seis soldados. El Comisionado Nacional de Seguridad, Alejandro Rubido, dijo ayer que los atacantes utilizaron un lanzacohetes RPG, como los que se utilizan en el conflicto de Oriente Medio, para hacer diana en la aeronave. A juicio de Rubido, esto demuestra “la capacidad de fuego muy significativa” de la organización criminal. La jornada acabó con 15 muertos.

El derribo del helicóptero precedió a una operación coordinada con la que el cartel paralizó por horas distintos puntos clave de Jalisco, cuya capital es Guadalajara, una de las ciudades más importantes del país con 4,5 millones de habitantes contando el área metropolitana. Puerto Vallarta, un destino del turismo estadounidense, estuvo también paralizado. El grupo criminal, desde 2014, ha acabado con la vida de al menos 28 funcionarios, contando soldados, policías federales y estatales, según Animal Político. El Gobierno, para mermar a la organización, continúa con su ofensiva bajo mano militar. Uno de los principales objetivos es detener al líder, Nemesio Oseguera, El Mencho, uno de los narcos más poderoso tras los encarcelamientos de Joaquín El Chapo Guzmán y Omar Treviño, el Z-42.