El mercado no espera cambios a corto plazo en la política petrolera saudí
La reestructuración apunta a un intento de organizar el Gobierno para próximas décadas
Cuando el primer exportador mundial de petróleo introduce cambios en la organización de su negocio energético, el mercado se pone en guardia pero en lo sustancial no parece que Arabia Saudí vaya a cambiar a corto plazo su política petrolera. Se trata, más bien, del "intento aparente de organizar el Gobierno para las próximas décadas", apuntaba en un primer análisis Elliot Abrahams, del Consejo para las Relaciones Exteriores en Washington. Con la mayoría de los mercados europeos cerrados y buena parte de los asiáticos, el crudo cotizaba este viernes ligeramente a la baja. De apenas unos centavos en el caso de West Texas Intermediate, el de referencia para Estados Unidos, por debajo de los 60 dólares por barril y un poco más acusada en el del Brent, la referencia europea, pero manteniéndose todavía por encima de los 66 dólares.
Bajo la batuta del hasta ahora todopoderoso Ali Al Naimi al frente del Ministerio de Petróleo, el reino suní ha logrado mantener su cuota de mercado y ganar peso en el pujante mercado asiático, en un entorno de creciente competencia en la producción de petróleo y de caída de los precios del crudo en un 40% desde junio, aproximadamente. Para mantener su elevado nivel de gasto, el Gobierno saudí se ha visto forzado a elevar su producción petrolera, que representa el 90% de los ingresos del país, hasta máximos de las últimas tres décadas, como sucedió en marzo con una oferta de 10,2 millones de barriles de crudo diarios.
Con la llegada del rey Salmán al poder, el monarca decretó una paga extra para funcionarios y pensionistas, que se sumó al aumento de los gastos militares derivados, en parte, de la ofensiva en Yemen. Riad registró un déficit del 1,9% en 2014 y ese porcentaje puede dispararse este año hasta el 6% del PIB, según cálculos de la agencia de calificación Standard & Poor's, o el 14,5% que estiman otros expertos.
El aumento del gasto militar es anterior a la campaña de Yemen y llevó a Arabia Saudí a convertirse en el principal comprador de equipamiento militar el año pasado, superando a India. Bloomberg aseguraba esta semana que Arabia Saudí ha utilizado para financiarse el 5% de sus multimillonarias reservas en los dos últimos meses, lo que supone unos 36.000 millones de dólares.
"Por ahora, racionalizar el Gobierno sería un gran logro", recalca Abrahams. El Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúa el precio de equilibrio fiscal del petróleo en 87 dólares por barril, muy por encima de algunos de sus competidores en el Golfo Pérsico. S&P reconoce que la situación económica saudí, tras años de elevados precios del petróleo, es muy holgada pero si Riad no maneja con tino su política petrolera puede tener que apretarse el cinturón antes de lo que imaginaba.
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