Las malas calles de Baltimore
Con su retrato de la violencia urbana, las series de 'The Wire' y 'Serial' han puesto a la ciudad en el centro de la narrativa en EEUU
Dos de los productos más interesantes e influyentes de la cultura popular estadounidense de los últimos años tienen como escenario Baltimore, la serie The Wire y el podcast de la radio pública NPR Serial, que relata la investigación de un crimen que tuvo lugar en esta ciudad de Maryland en 1999 y que mantuvo en vilo a millones de oyentes el año pasado. No es una casualidad. Al igual que el peligroso Nueva York de los años setenta y ochenta planeó sobre la ficción estadounidense como un símbolo y un síntoma de lo que ocurría en el país —Tarde de perros, de Sidney Lumet, o Malas Calles, de Martin Scorsese, son los ejemplos más conocidos—, Baltimore, escenario de violentos enfrentamientos tras un episodio de brutalidad policial, ocupa ahora ese lugar.
A través de personajes que se han convertido en iconos como el policía Jimmy McNulty y su compañero de patrulla Bunk, el teniente Daniels, el ladrón de traficantes Omar o el barón local de la droga que decide aplicar técnicas modernas de marketing a su negocio, Stringer Bell, The Wire, que HBO emitió entre 2002 y 2008, significó un enorme salto adelante en el mundo de las series. Además de ser una estupenda historia de gansters a la vieja usanza, era un retrato despiadado de una ciudad que no funcionaba. Su autor, David Simon, es un periodista que conocía muy bien los bajos fondos de la ciudad, que retrató en su libro Homicidio, que también fue una serie. The Wire es su hermana mayor.
Cada una de las cinco temporadas retrata un aspecto de la urbe: los traficantes de droga, el puerto, la política, la educación y la prensa. Y en cada una de ellas el cataclismo es mayor. La burocracia entierra las investigaciones policiales, nadie controla de verdad uno de los puertos más importantes de la costa este, los barrios de casas quemadas o con sus puertas y ventanas clausuradas con tablas de contrachapado están dominadas por bandas y traficantes, el sistema educativo es incapaz de sacar a los chavales de la tela de araña social en las que están atrapados y la prensa, en crisis, no tiene medios para relatar a los ciudadanos lo que ocurre a su alrededor.
David Simon ha realizado este martes en su blog un llamamiento para tratar de frenar la violencia en su ciudad en el que reconoce que muchos de estos problemas siguen marcando Baltimore. "Dad la vuelta. Volved a casa. Por favor", escribe en un breve texto en el que asegura "que hay muchos problemas sobre los que discutir, debatir, a los que hay que enfrentarse". "Este momento, que parecía tan inevitable, puede acabar siendo transformador, si no redentor para nuestra ciudad. Los cambios son necesarios, hay voces que deben ser escuchadas. Todo esto es cierto y todo esto es posible, a pesar de lo que se ha desatado ahora en nuestras calles. Pero ahora toda esta violencia debe detenerse", prosigue este guionista, que como reportero de sucesos pasó muchas horas en las malas calles de Baltimore. Como demuestra el estallido que se ha apoderado de la ciudad después del entierro de Freddie Gray, un joven negro que murió bajo custodia policial, todo lo que contó en The Wire sigue ahí.
Serial, la serie de Podcast —programas radiofónicos descargables en el móvil o el ordenador— de la periodista Sarah Koenig, es muy diferente a The Wire. No es un relato que trate de englobar toda la ciudad aunque sí emergen muchos de sus problemas. Lo que hace Koenig es desmenuzar con enorme precisión todas las circunstancias que rodearon la condena de un adolescente de origen paquistaní, Adnan Syed, por el asesinato de su novia, Hae Min Lee. Uno de los escenarios de la serie, que era descargada por millones de personas en todo el mundo y que se convirtió en un fenómeno inusitado, es el parque Leakin, donde fue encontrado el cuerpo de la víctima. Koenig resume este escenario en una frase que lo dice todo: "Es conocido por sus cadáveres".
Preguntada por The Baltimore Sun sobre el retrato de la violencia urbana que refleja su serie, la periodista respondió: "En cualquier juicio con jurado que se celebre en Baltimore que esté relacionado con violencia, ya sea asesinato o asalto, uno se da cuenta de lo que ocurre en la ciudad cuando se pregunta a los posibles candidatos durante la selección: '¿Conocen a alguien que haya sido objeto de un crimen?' y de repente decenas de personas se levantan y se ponen en fila para hablar con el juez: 'Sí, a mi hermano le dispararon, a mi tía la violaron".
La violencia retratada en The Wire o Serial ha vuelto a estallar en las calles, la creación cultural se ha vuelto a apoderar de la realidad, como ocurrió en Nueva York durante los setenta y ochenta. El año más violento es ahora el de Baltimore.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Disturbios Baltimore
- David Simon
- The Wire
- Series americanas
- Series drama
- Baltimore
- HBO
- Series policías
- Freddie Gray
- Maryland
- Disturbios
- Violencia racial
- Géneros series
- Población negra
- Conflictos raciales
- Estados Unidos
- Series televisión
- Norteamérica
- Racismo
- Sucesos
- Delitos odio
- Programa televisión
- Televisión
- Programación
- América