La ONU investiga si el régimen sirio bombardea con gas cloro
Sus miembros ven una cinta en la que un médico intenta sin éxito reanimar a tres niños
Miembros del Consejo de Seguridad de la ONU rompieron a llorar este jueves cuando doctores sirios les mostraron un vídeo de los intentos fallidos de reanimar a tres niños, de entre uno y tres años, después de haber sido víctimas de un ataque de gas cloro el pasado 16 marzo en la localidad siria de Sarmin, en el noroeste de la provincia de Idlib. Sus padres y su abuela también perdieron la vida durante la agresión, según explicó el doctor Mohamed Tennari, director del hospital al que fue trasladada la familia fallecida. La embajadora de EE UU en Naciones Unidas manifestó que es necesario "conocer con precisión [quiénes son] los responsables del ataque", pero señaló que todo apunta a que fue perpetrado por "helicópteros y sólo el régimen de [Bachar el] Asad tiene helicópteros".
Estados Unidos organizó este jueves un encuentro informal con médicos sirios en el que participaron, además del doctor Tennari, el presidente de la Sociedad Médica Sirio Americana, Zaher Sahloul, y Qusai Zakarya, un superviviente de otro ataque con gas cloro cerca de Damasco, en agosto de 2013.
“Los responsables de estos ataques deben responder”, afirmó Power, que aseguró que la reunión “fue una muy inusual y emotiva”. “Si hubo alguien que no llorara en la sala, yo no lo vi”, añadió Power. “Si no actuamos, pensarán que pueden hacer este tipo de cosas con impunidad”, apuntó el embajador neozelandés ante la ONU, Jim McLay.
El ataque sobre Sarmin ocurrió 10 días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU condenara el uso de gas cloro en Siria. Tanto el Gobierno de El Asad como la oposición siria han negado haber usado este arma química, que, según la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, solo puede ser lanzado desde helicópteros. Las fuerzas gubernamentales son la única parte en el que conflicto que cuentan con este tipo de aparatos.
La organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) acusó el martes al régimen sirio precisamente de haber bombardeado con barriles cargados de gas de cloro el noroeste del país, controlado por fuerzas rebeldes. HRW estimó que fueron seis los ataques que se producieron entre el 16 y el 21 de marzo en la provincia de Idlib: tres contra Sarmin, uno contra la ciudad de Idlib, otro contra Qmenas y el sexto contra Binish.
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