Moscú levanta la prohibición de entregar sistemas de misiles a Teherán
El Kremlin aboga por poner fin al embargo de armas sobre Irán tras el acuerdo preliminar alcanzado acerca de su programa nuclear
Rusia se dispone a suministrar equipos de misiles antiaéreos S-300 a Irán, después de que el presidente Vladímir Putin promulgara el lunes un decreto por el que anula la prohibición exportadora vigente desde septiembre de 2010 en cumplimiento de una resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU en junio de aquel año (resolución 1929). El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, calificó la operación de “inminente” y alegó que ésta tiene “un carácter totalmente legítimo” en vista del progreso realizado en las negociaciones de Lausanne sobre la regulación del programa nuclear uraní. En 2007 Rusia firmó un contrato por valor de 800 millones de dólares con Irán para suministrarle sistemas S 300, pero, bajo presiones de Tel Aviv y de Washington, el contrato fue congelado en 2010. Teherán respondió llevando a la empresa exportadora Rosoboronexport al Tribunal de Arbitraje de Ginebra por incumplimiento de contrato.
En una declaración oficial sobre la decisión rusa, Lavrov dijo que Rusia había congelado la venta de los S-300 a Irán para “estimular al máximo” el progreso en las negociaciones internacionales con Teherán sobre el programa nuclear de ese país. Insistió el ministro que la decisión rusa de 2010 había tenido un carácter “absolutamente voluntario”, por cuanto la resolución 1929 del Consejo de Seguridad “no imponía ninguna limitación al suministro de medios de defensa antiaérea a Irán”.
El embargo ha dejado de ser necesario, según el ministro, en vista de que el 2 de abril los negociadores internacionales con Irán (el “sexteto”) habían constatado “un sustancial progreso” sobre la regulación del programa nuclear iraní. Puntualizó Lavrov que los sistemas antiaéreos S-300 tienen un carácter “exclusivamente defensivo, no son aptos para el ataque y no suponen una amenaza para la seguridad de ningún Estado de la región incluido Israel”. Para Irán, los sistemas modernos de defensa antiaérea son “muy importantes” “teniendo en cuenta la muy tensa situación en la región de su entorno”, dijo el ministro, refiriéndose a “la rápida e inquietante evolución de la situación militar en torno a Yemen en la última semana”.
El jefe de la Diplomacia rusa se refirió también a los aspectos económicos del trato y a las pérdidas sufridas por Rusia debido a la cancelación del contrato.
El Departamento de Estado de EE UU descartó, por su parte, que la entrega de los misiles antiaéreos rusos a Irán afecte al principio de acuerdo entre las potencias occidentales y Teherán, informa Reuters. El Gobierno israelí sí se ha mostrado muy crítico con el levantamiento del embargo a la venta de misiles por parte de Moscú y alertó del "rearme" de Irán.
En virtud del decreto promulgado por Putin, Rusia podrá vender y transportar sistemas de misiles antiaéreos S-300 utilizando para ello transporte aéreo o marítimo bajo pabellón ruso. La enmienda, divulgada en el servicio de prensa del Kremlin, afecta a un solo punto del documento de diez páginas firmado por Dmitri Medvédev en septiembre de 2010 cuando éste era presidente de Rusia.
De este modo, Putin se adelanta a sus socios del sexteto en lo que se refiere a dar por solucionado el problema nuclear iraní y comienza el proceso de desmontaje de las sanciones antes de que los acuerdos forjados en Lausana recientemente sean una realidad sellada y rubricada. “La firma de este decreto por parte de Putin es un paso muy oportuno. El presidente ruso toma la delantera porque todo indica que las sanciones a Irán serán eliminadas. Las compañías occidentales aspiran y están dispuestas a suministrar todo lo que sea necesario al mercado iraní, donde hay enormes posibilidades de ganar decenas de miles de millones de dólares”, dijo a la agencia Interfax el director del centro de estudio del Irán moderno Radzhab Safárov.
Esta decisión “abre enormes posibilidades para el sector militar industrial ruso”, afirmó el experto, según el cual la medida fortalecerá las relaciones entre los dos países. Una fuente de la industria militar dijo a Interfax que la realización del contrato de los S-300 puede llevar hasta un año y medio, a no ser que se entreguen complejos modernizados S-300VM que ya están siendo usados por el Ejército ruso. Las fuentes citadas por la agencia indican que Moscú y Teherán podrían firmar nuevos contratos, que tengan en cuenta las modificaciones del armamento ruso y los nuevos sistemas de radar, en sustitución del que fue congelado en 2010.
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