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Detenido en el noreste de México un jefe regional del Cártel del Golfo

José Sánchez García es acusado de asesinar a dos policías y secuestrar a empleados de la fiscalía

Luis Pablo Beauregard
José Sánchez, de 47 años, detenido el jueves en Matamoros.
José Sánchez, de 47 años, detenido el jueves en Matamoros.EFE

El Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, ha informado este domingo de la detención de José Sánchez García, un violento jefe regional del Cártel del Golfo (CDG) en tres municipios de Tamaulipas (noreste de México). Las autoridades han afirmado que el presunto narcotraficante es responsable del homicidio de dos policías, el secuestro de dos empleados de la procuraduría general (fiscalía) y de extorsionar a diversos empresarios de la zona hasta por 600.000 pesos (40.500 dólares).

Rubido ha dicho que la detención realizada por elementos de la Marina y la Policía Federal se registró el jueves en una zona residencial de Matamoros, una ciudad limítrofe con Brownsville, Texas, en la frontera con Estados Unidos. “Llegó a tener bajo su mando al menos a siete grupos de sicarios, caracterizados por su alto grado de violencia”, señaló el comisionado.

Cuando las autoridades estrechaban el cerco sobre el criminal para realizar la aprehensión se toparon con la resistencia de los delincuentes, que respondieron abriendo fuego con armas de alto calibre y lanzando granadas. Sánchez García fue detenido con una ametralladora Barret M82, un rifle de alto poder utilizado por el ejército estadounidense.

La reputación violenta de Sánchez García, de 47 años, fue suficiente para que fuera invitado en 2010 por Mario Armando Ramírez Treviño, uno de los líderes del CDG. Cinco años de carrera en el crimen fueron suficientes para que se le vincule con varios delitos. Entre ellos los asesinatos del delegado de seguridad del municipio de Aldama, ocurrido en agosto de 2014, y de un policía federal en el mes de septiembre. Las autoridades también lo acusan de haber organizado la emboscada y secuestro de dos empleados de la fiscalía general cuando estos hacían las pesquisas para dar con él. El Gobierno sumó su nombre a la lista de criminales que se ha fijado como objetivos prioritarios en la lucha contra el narcotráfico.

El presidente Peña Nieto ha focalizado sus esfuerzos en esa zona del país para tratar de contrarrestar el pulso que Los Zetas y el CDG lanzaron al Estado hace varios años. En mayo de 2014 el Gobierno envió tropas a Tamaulipas y lo dividió en cuatro cuadrantes. La seguridad de cada uno de ellos se encuentra bajo mandos especiales de autoridades militares.

La estrategia lanzada, sin embargo, dista de ser exitosa. La presencia de soldados, marinos y policías federales ha ocasionado una fragmentación de los grupos delictivos. Cada semana el Gobierno anuncia la detención de jefes de plazas de Tamaulipas y Nuevo León. Sin embargo, como al cabeza de una hidra, estos liderazgos son sustituidos en poco tiempo.

El ministro de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, reconoció en febrero que la violencia había sufrido un repunte en el Estado. En 2014 incrementaron los delitos del fuero común y los homicidios dolosos. Los criminales también han continuado con sus técnicas para amedrentar y silenciar a los ciudadanos. La cadena Televisa ha sufrido dos ataques en lo que va de 2015. El más reciente fue el 26 de marzo, cuando un grupo de personas burló un patrullaje de la Policía Federal y lanzó una granada contra la empresa.

Otros medios de comunicación de la zona han sufrido la embestida criminal. El 6 de febrero varios empleados del periódico El Mañana de Matamoros renunciaron después de que su director fuera secuestrado.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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